El clima vecinal no es el mejor en el villanovense barrio Ctalamochita.
Sin servicio de riego, mantenimiento y nivelado de calles, limpieza de sitios baldíos, animales sueltos (caballos) en la vía pública y además un aumento (en dos años) de más de 800% en la tasa de servicio a la propiedad, los frentistas están que “braman”.
Para peor, la respuesta que los vecinos han encontrado en las autoridades municipales fue una actitud esquiva.
“La Municipalidad no dispone de maquinarias suficientes o no hay fondos para combustible”, es la contestación que los habitantes de la zona encuentran en la comuna habitualmente.
Sin embargo, la contestación (que los frentistas atribuyen al secretario de Obras Públicas, Natalio Graglia) colmó la paciencia vecinal.
“Si no les gusta el barrio váyanse a vivir a otro lado”, aseguran que contestó.
A un paso de iniciar acciones legales contra la comuna, los vecinos que se reunieron en la noche del miércoles último indicaron que también presentan problemas los terrenos cercanos al cementerio “San José” y la extensión de un basural que se ha establecido en el sector.
Las inundaciones por las diferencias de declive en las arterias y los desagües insuficientes, son factor de preocupación que se adicionan a la crítica situación que presenta la escuela Sobral.
El centro educativo, además de deficiencias edilicias, tiene un grave dilema con el sistema cloacal.
Los denunciantes aseguraron haber presentado proyectos y desarrollado soluciones alternativas que no fueron acompañadas por el municipio.
Esperando que el Estado asuma responsabilidades, los vecinos siguen reclamando.
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