Durante el año 2009, se agitaron las aguas entre empleados municipales dado que los delegados del Palacio se divorciaron del SUOEM y decidieron cerrar tropas en otro sindicato: la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
En un principio, el reclamo que llevaron adelante fue el del adicional por movilidad tal como lo vienen cobrando los trabajadores de otras secciones. Si bien primero hubo un principio de diálogo, las relaciones se cortaron cuando los municipales de ATE apoyaron la demanda por acoso que hicieron un grupo de empleadas de Tránsito contra sus superiores y la Municipalidad.
Ayer, para cerrar esa etapa de “divorcio”, el secretario General de ATE provincial, el villamariense Oscar Mengarelli, mantuvo una reunión con el intendente de la ciudad, Eduardo Accastello.
Al término del cónclave, Mengarelli dijo que el motivo es intentar formar una mesa de diálogo y que el Ejecutivo reconozca como interlocutores válidos a los representantes del gremio en el Palacio municipal.
“Nosotros no anteponemos el conflicto a la gestión. Sólo sacamos el conflicto a la calle si se cortan las negociaciones”, señaló el dirigente. Confía en que se recompondrá el diálogo para seguir analizando las reivindicaciones “como la movilidad, el pase a planta permanente de los contratados y la cuestión salarial”, afirmó. Cabe señalar que actualmente, ATE tiene unos 50 afiliados en la Municipalidad de Villa María, por lo que estiman que en breve harán una elección de delegados para que tengan representatividad institucional los dirigentes de ese gremio.