Escribe:
Gustavo Ferradans
(De nuestra Redacción)
El pasado miércoles, en el habitual parte de prensa el municipio informó del apoyo a distintos gimnasios para fomentar la práctica de deportes amateur, puntualmente el boxeo.
Al mismo tiempo, trascendió y no precisamente a través de un parte oficial el apoyo a otros deportistas mediante un subsidio, cosa que se puede constatar a través de la web de la Municipalidad de Villa María.
El apoyo a las actividades amateur, cuando llegan del ámbito oficial son -casi siempre- elogiables y bienvenidas, aunque en determinadas ocasiones, por otros intereses o compromisos políticos quedan en manos de personas que no lo merecen en la misma medida que otros.
Cabe aclarar que el apoyo otorgado a entidades deportivas -entiéndase clubes- pueden valorarse como meritorias, ya sea por resultados, porque hay un emprendimiento para crecer en infraestructura, para colaborar en una campaña o porque se puede observar de manera fehaciente el buen destino de ese apoyo.
Diferente es cuando esa ayuda oficial llega a emprendimientos que son privados, como en el caso de gimnasios o disciplinas individuales federadas que no cuentan con el respaldo de un club o asociación local por atrás -o en último caso- sin años de prestigio en la actividad en esta ciudad.
Por esos mismos motivos, los subsidios, becas o ayudas, llegan muchas veces a manos de gimnasios o deportistas de manera arbitraria, sin chequear prestigio, proyección, necesidades, antecedentes deportivos (o extra deportivos), y otros detalles que determinen esos merecimientos.
En el caso del boxeo, se le entregó un importante material a dos gimnasios (uno de ellos de reconocida trayectoria en la ciudad y el restante a un gimnasio sin antecedentes). En el segundo caso no se tuvo en cuenta si está reconocido oficialmente, si tiene la misma habilitación que se le exige a otros gimnasios de parte de otras dependencias municipales, si el personal que trabaja es idóneo y si está habilitado por la Federación Argentina de Box, con los diplomas que acrediten los cursos de entrenador. Además, ¿a nadie se le ocurrió averiguar si es cierto que el gimnasio funciona en la plaza de un barrio?
De alguna manera la decisión de ayudar justamente a gimnasios de boxeo suena un tanto contradictorio, ya que hace meses que la comisión Municipal de Boxeo está acéfala, dado que la anterior concluyó su mandato y desde el municipio no se avaló una nueva.
Otro tanto sucede con los otros gimnasios, que ha pesar de contar con una añeja legislación a nivel local, no son controlados. Esa legislación debería ser modernizada y que se legisle sobre los mismos en cuanto a espacios físicos, personal idóneo con el que cuenta, los controles médicos a quienes asistan y las habilitaciones correspondientes. Pero eso ya es motivo de otro debate y posiblemente de otra columna.
Volviendo al tema del personal idóneo, principalmente en los gimnasios de boxeo, es sabido que desde la Federación Cordobesa de Box se han entregado en algunas oportunidades “carné habilitante para ser entrenador, a personas que ni siquiera han realizado el curso correspondiente”. Eso fue aceptado hasta por un alto dirigente de la Federación Cordobesa de Box en más de una oportunidad, algunas de ellas en reuniones públicas realizadas en esta ciudad.
Inclusive varios “entrenadores” locales, muestran orgullosos su propio carné, aun a sabiendas que incurren en la negligencia de estar al frente de un gimnasio sin la capacitación que otorga un curso, y con dudosos conocimientos en la actividad.
El referido dirigente es el mismo presidente José Emilio Graglia, que aceptó haberle entregado ese carné habilitante, entre otros a un dueño de un gimnasio villamariense, que fue “entrenador” de Diego “Rocky” Giménez y Lucas Báez.
El boxeo local sufre una grave crisis y es una expresión que se viene repitiendo desde hace tiempo. No es por culpa del periodismo que eleva críticas (como algunos pretenden justificar), sino que es por culpa de algunos personajes que pululan en el ambiente casi de manera aventurera y con rostros por todos conocidos.
Pero si en vez de regular y poner controles no se toman medidas adecuadas es difícil revertir esta tendencia que muestra una actividad a nivel local es cada vez más pobre.
Si encima de esto, con la entendible y honesta intensión de ayudar y difundir (que entendemos tienen algunas áreas municipales), se le entrega material a personas no idóneas, sin controlar, puede interpretarse que se fomenta este descontrol.

Una buena…
´
Sumados a esos aportes realizados a un par de gimnasios por la Dirección de Deportes, desde el municipio se otorgaron dos subsidios en el mes de enero que ratifican esa política de contradicciones.
Por un lado, en el Decreto Nro. 49 del 21 de enero de 2010 se le otorgó a una promisoria figura de las pruebas combinadas como es el triatlonista Natalio Puebla “una ayuda económica a los fines de colaborar con su participación en certámenes a nivel provincial y nacional, siendo delegado villamariense en esas actividades deportivas”. La ayuda fue de mil pesos y el decreto está firmado por el contador Carlos Javier Domínguez (a cargo de la secretaria de Economía y finanzas) y por Javier Suppo (que estaba a cargo del Departamento Ejecutivo Municipal). Esto puede entenderse como un merecido apoyo a un joven atleta que tiene buenos resultados, tiene voluntad de crecimiento y se lo puede ver entrenando permanentemente por la costanera local y villanovense. Es un premio al esfuerzo que hace día a día un atleta como Natalio, que merece ayudas como ésa.

El Decreto 50

Con diferencia de minutos, el mismo día 21 de enero, los mismos funcionarios firmaron el Decreto 50 que dice lo siguiente “otórgase a la Federación Cordobesa de Box, Personería Jurídica Nro. 108/75, en cabeza de su presidente, Sr. José Emilio Graglia, un subsidio de pesos seiscientos ($600) mensuales y por el término de seis meses, que será destinado como ayuda económica para solventar los gastos que demande el entrenamiento que el boxeador, oriundo de esta ciudad (sic), Matías Ezequiel González (..), se encuentra realizando en la ciudad de Santa Fe, con miras a su preparación y perfeccionamiento profesional”.
Más allá de sus condiciones, entendemos que este subsidio no tiene el mismo merecimiento que el anterior. En primer lugar el mismo Graglia tiene fuertes contactos con la Agencia Córdoba Deportes como para lograr ayuda a los boxeadores que la Federación crea conveniente, en vez de estar gestionándolos a nivel municipal, y en segundo, desde el municipio no se consultó sobre merecimientos del mismo.

¿Alguien averiguó que el mencionado boxeador no es villamariense, sino que es oriundo de Río Cuarto, aunque vivió varios años en esta ciudad?, ¿algunos de esos funcionarios consultaron por qué los dos grupos de personas que se acercaron oportunamente a colaborar con él se alejaron más rápido que temprano?, ¿se consultó sobre la contracción al trabajo de este púgil, que no pelea desde el mes de noviembre?, ¿y sobre su récord de 3 peleas sin triunfos?, ¿consultaron si es cierto que el veterano Amilcar Brussa ya no lo tiene en su gimnasio por su falta de disciplina?
Seguramente a muchas de esas preguntas no se tomaron el tiempo de buscarles una respuesta. Posiblemente, otros tantos deportistas que merecen este tipo de ayuda, hoy buscarán una respuesta.

Detalle: ambos decretos pueden constatarse en esta dirección web: http://www.villamaria.gov.ar/boletin/105/Decretos_31-150_2010.pdf