Hoy a las 12, en el Concejo Deliberante, miembros de una agrupación docente reiterarán el reclamo de un sitio de homenaje para Carlos Fuentealba, el educador neuquino abatido por la Policía durante una manifestación.
El 30 de marzo del 2009, Leticia Forconi, Néstor Gea y Blanca Ferreyra presentaron el Concejo local una nota al respecto.
Según señaló ayer la Agrupación “Verde, Azul y Lila” de la UEPC dicha carta no fue respondida ni tratada en sesión.
Por tal motivo, hoy al mediodía se presentará otra nota reiterando el pedido y se tomará contacto con la prensa en el lugar, bajo la consigna "Fuentealba no tiene colores, es de los trabajadores".
La citada corriente citó a todos los docentes de nuestro medio a concurrir a la casona de calle Mitre y acompañar el acto de reclamo.
En la nota dirigida a la presidencia del cuerpo legislativo, la agrupación sindical “Verde, Azul y Lila” de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba sostenía que "al cumplirse el próximo 4 de abril un nuevo aniversario del brutal asesinato del docente y activista sindical neuquino Carlos Fuentealba, y como homenaje mínimo a este luchador que dejó su vida por defender los derechos de los trabajadores, nos dirigimos a usted y por su intermedio a todo el cuerpo de ediles a fin de solicitar su recordación en el recinto y la colocación del nombre “Maestro Carlos Alberto Fuentealba” a alguno de los espacios públicos o arterias de la ciudad de Villa María".

Los fundamentos

La lista opositora a la actual conducción de la UEPC, recordó que "en el 2007 los docentes de Neuquén, después de un mes de paro en reclamo de recomposición salarial y pase a planta de los trabajadores de planes sociales, decidieron cortar la ruta 22. La policía los reprimió bárbaramente, y mientras escapaban de los gases y de las balas de goma, un miembro del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), disparó una granada de gas lacrimógeno a la cabeza del compañero Carlos Alberto Fuentealba, quien finalmente falleció el 4 de abril de aquel año. Los responsables políticos del crimen, encaramados en el poder estatal, aún siguen impunes. Debemos decir que el querido profesor de Química, que había militado en un partido político socialista para transformar la sociedad, que era delegado sindical de su escuela el CPEM nº 69 por el gremio de ATEN, que tenía apenas 40 años, que había crecido en el campo en una familia humilde, que había trabajado en un supermercado y en una fábrica de jugo y como administrativo de la Uocra para poder pagar sus estudios terciarios, que tenía una compañera de vida llamada Sandra, que era padre de dos hijas, que se desempeñaba en un secundario de uno de los barrios mas pobres del oeste de la ciudad Neuquén, que era “grandote, pintón y solidario” como lo definieron sus cercanos, que era querido por sus alumnos y por eso recibió de ellos afectuosamente el título de “Rey del Colegio”, con su cerebro destrozado, murió en unas horas, pero no dejó de enseñar. Su ejemplo empezó a hablar en nombre de su cuerpo ausente, a movilizar, a multiplicar la resistencia, a exigir justicia, a hacer memoria".
"Como trabajadores consideramos que el nombre Carlos Fuentealba -continuó la “Verde, Azul y Lila”- debe ocupar su lugar en la Historia de nuestra clase, y que su ejemplo de entrega a la causa de los asalariados y de los estudiantes debe ser incorporado al patrimonio de la memoria colectiva del pueblo villamariense, porque la dignidad y los valores humanos no tienen fronteras territoriales".