“Algunos quizás recuerden aquel 11 de agosto de 1974, hace ya 36 años. Para 104 almas jóvenes fue un acontecimiento especial que cambio sus vidas, que marcó su existencia”, comienza diciendo el ex conscripto, Clase 1953, Carlos Alberto López.
“¿Por qué se preguntarán muchos?, es simple…porque esos jóvenes que disfrutaban de la vida, en un tiempo inexplicable pasaron a ser hombres, forjados a vehemencia… a sufrimiento”, manifestó el hombre que realizó su servicio militar en la Fábrica Militar.
“Para los que no recuerdan todavía, paso a narrar y perpetuar a aquellos, mis camaradas de armas”, agregó a su relato.
“El 11 de agosto de 1974, muy de madrugada, un grupo de los llamados “extremistas”, coparon la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María (FMPEVM). A sangre y fuego ocuparon la sección vigilancia, la zona fabril y los puestos estratégicos de guardia, con la finalidad de robarse las armas para que luego, alguien, las ocultara en un campo cercano”, contó el ex soldado.
“Por aquellos años el servicio militar no era voluntario, existía una ley, la Ley de Servicio Militar Obligatorio: los jóvenes debían defender la Patria, morir por la Bandera y durante 14 meses eran guardianes de los intereses de la Nación”, manifestó el consultado.
“En esa década fueron muchas las unidades copadas y fueron muchos los hijos muertos por la Ley de Servicio Militar Obligatorio, hijos, hermanos, sobrinos, todos jóvenes de 21 años que cumplían con su deber, no eran militares de carrera, sólo eran conscriptos que cumplían con la Patria, que hacían la conscripción”, agregó López.
“Con aquello de la ‘satisfacción del deber cumplido’, puedo recordar y se me nubla la vista, los momentos vividos, ¡ los mejores! y también los más tristes, los de ese día fatídico en el que muchachos “los conscriptos”, estaban ahí, protegiendo… luchando… ofreciendo sus vidas”, acotó al relato, el villamariense que cumplió servicio entre marzo y setiembre de 1974.

¿En el olvido?

“Lo que más me apena es que esos soldados, son los eternos olvidados, esos hombres-niños, obligados a morir por la Patria, orgullosos de ser argentinos, de sentir lo que sólo ellos concibieron y así lo expresaron cuando juraron la Bandera”, enfatizó el ex conscripto.
“Nadie nunca los reconoció, nunca nadie elevó la voz por ellos”, subrayó.
“Sólo puedo recordar las caras de angustia de los familiares cuando lejos de la entrada querían saber la suerte de sus hijos, sus esposos o sus hermanos, ¡ vaya si fue un día doliente! fue nada más ni nada menos que la toma de la FMPEVM”, enfatizó.
“Quiero creer que habrá alguien que me entienda… alguien más que reconozca que es justo que en la Villa, se debe erigirse una estatua al soldado desconocido, en homenaje a los jóvenes muertos o heridos en manos de la subversión, en aquellos tiempos difíciles”, destacó López.
“Por todos ellos, levanto mi voz y sugiero una plaqueta que contenga: ‘Homenaje al soldado conscripto de la Clase 1953, incorporado a la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de Villa María. Año 1974’”, concluyó el reporteado.