Escribe: Gustavo Ferradans
(De nuestra Redacción)
La nota aparecida en la página 27 de la edición de ayer, relacionada a la entrega de material y subsidios para el boxeo por parte del municipio trajo aparejadas algunas polémicas y saltaron a la luz nuevos detalles.
De todas maneras, más allá que la nota buscaba marcar la contradictoria política municipal, que por un lado no reorganiza, renueva o reelige una nueva comisión municipal, para que comiencen a trabajar con menos fallas y con más vocación reglamentarista; y por el otro, desde el mismo municipio se colabora con algunos de los protagonistas de la actividad, que de alguna manera fomenta el descontrol que existe en la misma.
En la mayoría de los gimnasios se escucha “nadie controla”, cosa que se acepta en voz baja y miran para otro lado sin buscar una solución, que debería llegar a través de una legislación “aggiornada” que abarque a varias actividades (no sólo el boxeo), para evitar que se profundice el desorden y eventualmente un acontecimiento que muchos tengan que arrepentirse, debido a la falta de controles individuales en algunos de ellos.
En el caso del boxeo, todos saben que hay gimnasios que no cuentan con personal idóneo, conocen que los púgiles van, vienen y no todos entrenan con la exigencia que se debe tener en un deporte duro como éste. Son un par los entrenadores que piensan en planificar el aprendizaje y la evolución de los púgiles, perfeccionar un estilo, mejorar los golpes y movimientos, aumentar la potencia, optimizar la dieta y la preparación, etcétera, pero todo a base de trabajo.
Los otros gimnasios, caminan por la vereda opuesta y a veces en contramano.
Este, entre tantos otros, es el motivo por el que se ven espectáculos boxísticos mediocres, con organizaciones totalmente antagónicas. Unas para elogiar por el nivel y los detalles de la velada, y en la contracara “paracaidistas” devenidos en promotores o programadores, verdaderos personajes sin escrúpulos que al amparo de la ausencia de la aplicación reglamentaria hacen lo que se les antoja.
Los referidos en primer término, eligen para las veladas boxeadores de buen nivel, bien entrenados y con la pretensión de mejorar velada a velada; y los otros, presentan festivales pobres, mal organizados, con boxeadores mal preparados y cuyos “promotores” dejan la sensación ante cada aparición, que le dan otra estocada de muerte al boxeo de la región.
Lo cierto es que algunas de las personas ligadas al boxeo, le prestaron más atención a un párrafo de la nota que al sentido general que se pretende desde la misma y es por eso que uno de los grupos que apoyó en algún momento al mencionado Matías González, se sintió aludido y se acercó hasta EL DIARIO.
Atendiendo a que prefirieron que no se los mencionara por su nombre propio, ni aparecer en fotos, respetaremos su pedido. Estos dos organizadores de boxeo, señalaron a EL DIARIO (grabador de por medio) que “ayudaron a gestionar el subsidio para González y que el mismo llegó mucho después que se desvincularán del boxeador”. Una de estas personas recibió un poder del presidente de la Federación Cordobesa de Box, José Graglia, para ser él quien cobrara el cheque destinado a González y después entregarlo al boxeador.
Se supo también que anterior a eso, el mismo Graglia había hecho otra carta para iniciar la gestión y para que el pedido fuera oficial.
El mencionado organizador expresó “se cobró una primera ayuda cuando todavía estábamos vinculados a González, de 600 pesos y por única vez, correspondientes al Decreto 1.482 del año pasado”.
Posteriormente, se inició una nueva gestión para que la ayuda fuera por seis meses consecutivos y cuando se aprobó el decreto ya habían pasado dos meses y hacía más de 30 días que este grupo de apoyo se había alejado del referido boxeador.
“El cheque no lo fui a cobrar. Está en la Municipalidad”, señaló la persona que tenía el poder cedido por el mismo Graglia.
Otro dato que surgió de la charla con estas dos personas que ayudaban en la carrera a González, es que desde la Dirección de Deportes “nunca se estuvo de acuerdo con el referido Decreto 50, generador del mencionado subsidio”.
Más allá de todo, González es una página más de esta historia de contradicciones que tiene el boxeo a nivel local. Al respecto el púgil hoy entrena en Santa Fe, al parecer en el gimnasio de José Lemos y pelearía el 9 de abril en el club Sportivo Ben Hur de Rafaela ante César Pandavene, en categoría superpluma y a seis rounds.
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