"Lo que resta de mi vida voy a hacer todo lo que pueda para concientizar sobre la donación de órganos: es dar vida", resumió Andrea Fonseca, la mamá del joven Valentín, que ayer recibió el trasplante tan esperanzador.
Valentín Fernández, de 17 años, estuvo desde el viernes en sala común, porque primero su hígado se estaba regenerando y "parecía que ya no era necesario el trasplante". Sin embargo, el lunes volvió a ser colocado primero en la lista de emergencia a nivel nacional para recibir ese órgano dañado por una hepatitis "fulminante", que lo llevó a la terapia intensiva del Sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba, hace dos semanas.

s Intuición

"El papá se quedó cuidándolo y yo me volví a Oliva, pero a las 2.30 (de ayer) me avisaron por teléfono que había aparecido un hígado compatible para Valentín. Enseguida viajé a Córdoba otra vez", narró Andrea.
Indicó que enseguida la invadió el entusiasmo: "Estaba muy entusiasmada, a pesar de la complejidad, con mucha fe y esperanza".
"Valentín tenía miedo de la operación, él preguntaba y se quería asegurar si iba a estar bien dormido, para no sentir siquiera una aguja", explicó la mamá.
Contó además que "él se quería ir a su casa", cuando estaba en una sala común.
Pero, como madre, Andrea sabía que era muy probable, que a pesar de algunas mejoras, la instancia del trasplante estaba latente: "Valentín estaba bien, iba al baño solo, pero la bilirrubina no bajaba, al igual que la transaminasa, que seguía alta... Se venía intuyendo. Los médicos nos advirtieron que no descartaban y volvió a encabezar la lista de emergencia para recibir un hígado, desde el lunes".
A las 6 de la madrugada de ayer, lo médicos comenzaron a preparar a Valentín y a las 9 ingresó al quirófano. El órgano llegó desde Buenos Aires a las 11. A las 14.30, el médico comunicó a los padres y familiares que había finalizado "la primera etapa de la intervención".

s Ese milagro

Llena de agradecimiento, sostuvo que este paso se logró "gracias al equipo de médicos, a todos acá", y que alcanzar el trasplante "es parte de la gente, que hizo su aporte desde sus lugares. Todos apoyaron, colaboraron con darnos fuerzas, con cadenas de oraciones. Estamos muy agradecidos", dijo a EL DIARIO Andrea.
Valentín está ahora en una sala de UTI especial para trasplantados, solo, porque no hay otro paciente en esta situación en el Sanatorio.
"Cuando pase totalmente el efecto de la anestesia y le retiren el respirador lo podremos ver, de a uno quizás", dijo la madre, sobre lo que se podría producir en horas del mediodía de hoy.
La familia sabía desde las primeras horas que el margen para conseguir un órgano se agotaba con el correr de los minutos y pusieron todo su esfuerzo en "mantener bien a Valentín". "Eso fue un milagro", resumió Andrea: "Nos explicaron que salir del coma fue importantísimo para afrontar el trasplante, lo que mejora las condiciones desde el punto de vista neurológico".
"Su mejora en el estado fue un milagro para que llegara el donante, por eso, soy enfermera, y desde mi lugar voy a trabajar para que tomemos conciencia lo importante que es ser donante. Es dar vida siempre", insistió Andrea.

El principio

El muchacho oriundo de la ciudad de Oliva ingresó el pasado domingo 14 de marzo por la mañana a ese centro privado de la ciudad de Córdoba, en grave estado.
"Todo comenzó como con síntomas de una gripe, después llegó el vómito y hasta comenzó a desvanecerse", había indicado la mamá, en referencia al comienzo (el miércoles 10, precisamente).
Narró a este matutino que "las causas no están bien definidas, Valentín era hasta el miércoles que comenzaron los síntomas, un chico sano que juega al rugby, va al gimnasio, no bebe alcohol ni fuma, le hicieron todos los laboratorios y no hay explicaciones...".
El pibe milita en Las Hormigas Rugby Club del Vélez Sarsfield de Oliva (desde hace dos años) y asiste al IPEM 72 (conocida como "la Escuela Técnica) y sus compañeros, consternados por lo sucedido brindaron su valioso apoyo a la familia, con cadenas de oraciones, estando al lado, llamando y dando fuerzas siempre.

El director

Carlos Martínez Cano, director médico del Sanatorio Allende aseguró que "no hubo complicaciones intraoperatorias" en el transplante de hígado, que se le realizó a Valentín Fernández. "En estos momentos, está en aislamiento y con guardia permanente de médicos y enfermeros", agregó.
Cuando se le preguntó por el pronóstico del joven, Martínez Cano, respondió que se deben esperar las primeras 72 horas, porque son "cruciales". Aunque, remarcó que desde el punto de vista técnico "todo salió perfecto", se mostró cauto, y aclaró: "Hay que esperar, a ver cómo evoluciona".