El quirófano del Hospital Regional Pasteur estaba siendo refaccionado, pero inexplicablemente, en diciembre del año pasado, la empresa que tenía a su cargo esa obra la dejó inconclusa.
En las paredes quedaron las huellas de las caladuras para instalar los caños previstos en la obra de refacción. Pero de diciembre a esta parte, ni siquiera se revocó la zona rota y, obviamente, tampoco pusieron los azulejos o cerámicos necesarios para garantizar las condiciones de máxima higiene que requiere un quirófano.
Ante esta situación, todos los cirujanos del Pasteur resolvieron suspender las operaciones programadas.
Carlos Aimale, jefe del servicio, aclaró que la decisión “no es contra de nadie, porque vemos que todos se preocupan por la situación, sino que es por seguridad nuestra y de los pacientes”.
La medida la tomaron el viernes de la semana pasada y no se sabe cuándo se normalizará el servicio. Mientras tanto, se realizan sólo las intervenciones quirúrgicas de urgencia.
Por su parte, Guillermo Tomas, director del centro de salud de la calle Mendoza, explicó que la obra de reparación del quirófano fue interrumpida “por un problema administrativo” que depende “de Córdoba” y señaló que confía en que “en el corto plazo se termine con los arreglos para garantizar las condiciones del quirófano”.
Si bien no puede precisar una fecha para tranquilidad de los pacientes, aseguró que en el Ministerio de Salud le indicaron “que la solución va a llegar en el corto plazo”.
En caso de que el área de infraestructura disponga retomar la obra de refacción “lo que tienen que hacer en el quirófano es muy poco. Sólo terminar con la parte inconclusa. Después queda la obra en los vestidores y otros sectores. Reitero, confío en que se realizará pronto”.
“Podrán operar normalmente cuando esté garantizado que no haya polvillo en suspensión”, indicó.
Mientras tanto, los pacientes que tenían programada una operación, deberán esperar a que se resuelvan los problemas administrativos del Ministerio de Salud.