@ Respuesta a una carta sobre el edificio de Cultura
Señor director,
y por su intermedio:
Estimado Alberto; entusiasmado por su carta del último domingo, sobre las condiciones materiales de la infraestructura de la Universidad Popular, y sorprendido gratamente sobre la preocupación que tal situación le provoca; correría a su encuentro para estrecharlo entre mis brazos, y en un abrazo militante, celebrar al unísono, el reclamo conjunto de más y mejor cultura.
Digo correría, porque Alberto Moral es tan sólo un seudónimo, mecanismo que viene siendo utilizado como una práctica, que para justificar el agravio o la descalificación elude la discusión abierta y franca, y que de esta manera, contribuye a lo que podríamos llamar, la pequeña y mezquina maledicencia de pueblo chico.
Perdonemé Alberto si me equivoco, porque creo reconocer en usted, a un compañero de trabajo, en esto de cuánto le preocupa la cultura. Porque evidentemente es el motivo de nuestra ocupación, por ello, no sea tímido hombre y anímese a tomar la palabra, pero no detrás de un mail anónimo, reproducido en las páginas de este diario. Si realmente le interesa la cultura, lo primero que hay que hacer es respetarnos. Lo siento, pero detrás de un anónimo siempre hay un cobarde.
Ahora bien, sobre la situación de la infraestructura de la UP; ciertamente tenemos algunas dificultades. Hay que recordar que dicho edificio nunca fue pensado como Centro Cultural, allí funcionaban las oficinas de Aguas Sanitarias. En la actualidad conviven las áreas de Educación, Cultura, Juventud, Museo y Centro de Asistencia a la Víctima. Allí presentamos, como usted bien reseña, un verdadero orgullo como la muestra “Evita, a través de tus ojos”, e incorporamos un sistema nuevo de luces a la sala de exposiciones del Museo.
Cuando iniciamos este proceso de transformación advertimos la necesidad de construir infraestructura cultural. Por ello se inauguró la Medioteca y Biblioteca Mariano Moreno, muy cuestionada en su momento, hoy un centro cultural alternativo a través de múltiples actividades, y que nos ha permitido descomprimir en parte la demanda en la sede de la UP. Por otra parte avanzamos en la construcción del Centro Tecnológico, y de esta manera profundizamos los servicios culturales que hoy se ofrecen a la comunidad, con edificios acordes a los requerimientos.
En cuanto a la Universidad Popular, una de las primeras dificultades que nos presenta, es la organización del espacio, porque por nuestra institución, circulan centenares de chicos que concurren al apoyo escolar, tramitan becas o entrega de materiales y útiles, y muchas veces concurren acompañados por sus familiares, asimismo es lugar de ensayos de las orquestas locales de tango, quincenalmente se renuevan las exposiciones. En el subsuelo, se realizan representaciones teatrales, y decenas de niños, pasan por los talleres de canto y música folclórica. Asimismo numerosas consultas sobre diversa información son receptadas a diario, sumados a los proyectos culturales, y talleres que allí funcionan. Desde juventud se organizan charlas, proyecciones de video o encuentros creativos, todo esto sumado a la propia organización administrativa.
En esta dinámica, el edificio exige un alto grado de mantenimiento, que muchas veces insume nuestros mejores esfuerzos; por ello celebro en última instancia su carta, porque nosotros también creemos que la Universidad Popular puede estar mejor.
Normand Argarate
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