Sin casco, la moto no arranca. Con esta premisa, Alejandro Castellano, un cordobés radicado en Villa María, desarrolló desde el área de nuevas tecnologías de Access, un dispositivo relativamente simple, que hace que el rodado no funcione si su conductor no tiene el casco bien puesto.
“Se trata de un sistema que tiene dos módulos. Uno va al casco y el otro en la moto. La conexión es inalámbrica y posibilita que la moto arranque sólo cuando el conductor tenga puesto el casco y abrochado”, indicó. Hasta donde tiene noticias, es el único del país.
Si el motociclista intenta sacarse el casco en la marcha, automáticamente el rodado se detiene.
Este ingeniero en sistemas también pensó en cómo hacer para que el dispositivo funcione sólo con el casco puesto en la cabeza. “Uno ve que muchos lo llevan en el codo. Para eso, el sistema tiene sensores dentro del protector, que se activan sólo si está bien puesto en el lugar que corresponde”, indicó.
El casco “inteligente” está a punto de ser homologado por el organismo de seguridad vial en el orden nacional. Una vez que se cumpla con ese paso, van a lanzar la comercialización en todo el país.
“Nosotros creemos que deben hacerlo obligatorio, dado que si la gente no tiene conducta para usar el casco, al menos con este sistema va a tener la obligación”, indicó.
Por esa razón, desarrollaron también un aparato que permite a los inspectores municipales detectar si la moto tiene el dispositivo en funcionamiento.
Hasta el momento, se aplica en la localidad de Morteros con muy buena aceptación y el costo es de algo menos de 300 pesos.
El desarrollo de la idea data del año 2007 y cuando le preguntamos a Castellano por la motivación que lo llevó a diseñarlo, dijo simplemente que “hay datos que demuestran que el 70% de los accidentes fatales que se producen entre motociclistas, corresponde a los que no llevan casco. Es claro que sin protección, la vida corre riesgo”, indicó. Además, hay aspectos económicos.
“Para los que dicen que el uso del casco es algo personal y que la omisión de esta norma no daña a terceros, hay que decirles que piensen en el gasto público que se genera con los accidentados en los hospitales”, concluyó.