Señor director:
Como estamos transitando el año del Bicentenario, deseo transmitir, a través del diario de su dirección, un mensaje a “este país”, como solemos llamarlo repetidas veces sin asumir un compromiso de pertenencia:
¡Argentina!... me emociona verte de pie.
Mi corazón, un pedacito del tuyo, palpita con esperanza.
Estás renaciendo, Argentina mía.
Crueles latigazos encorvaron tu espalda.
Te traicionaron.
Te saquearon.
Despedazaron tus manos, silenciaron tu boca, te pusieron de rodillas, y escondieron la sangre en el río de lágrimas que corre por tus venas.
Pero desde tus entrañas, un vendaval de energía te pone de pie; sobre los odios y las repetidas traiciones. De pie, sobre agoreros y necios.
Con ojos de futuro estás apartando escombros, curando heridas, mitigando dolores, mientras tu cuerpo asoma tras el ondear celeste y blanco.
Estás renaciendo, Patria mía… ¡Esbelta morena del Plata, de pie pequeño y brazos generosos!
Hoy, tu rostro envejecido esboza una sonrisa que te honra.
Yo también sonrío… y te dedico este irrenunciable deseo de hacer camino junto a vos.
Cecilia M. Trotta
DNI 3707462
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