En medio de un distendido y agradable clima fraternal, se realizó ayer por la mañana la conferencia de presentación en el Palacio Municipal de la muestra "Los usos de la imagen, nueve años después".
La misma se abrió anoche y continúa durante sesenta días en la galería de arte Los Cuatro Gatos, entidad organizadora del proyecto que ha cobrado notoriedad en el mundo del arte visual a nivel nacional debido a su carácter inédito e histórico.
Los trece artistas y colaboradores que formaron parte de la recordada fotografía titulada "Asado en Mendiolaza", realizada en 2001, se volvieron a reunir en nuestra ciudad y por primera vez casi una década después, para exhibir sus propios trabajos en pintura y escultura. En la rueda de prensa, desarrollada en el Salón Oval, se encontraban los artistas-expositores, la galerista e ideóloga de la propuesta Marina Bossa, la coordinadora de la muestra Julia Romano, el fotógrafo y autor de la imagen original Marcos López, el director de Cultura Normand Argarate, el secretario de Gobierno Rafael Sachetto y el intendente Eduardo Accastello.

“Reunirnos era algo imposible”

Antes de las preguntas alusivas, Bossa admitió haberse conectado con López sin conocerlo "ni a él ni a su obra. Sólo me motivó la idea de que se juntara con los artistas nuevamente y que mostraran lo mejor de cada uno", indicó. Además agradeció el "apoyo incondicional" del municipio (la galería recibió un subsidio de $5 mil para la muestra) al igual que la "confianza" por parte de algunos privados.
Por su parte, el fotógrafo -santafesino de origen, ex residente en Córdoba y ahora radicado en Buenos Aires- recordó la sorpresa ante la proposición de Bossa. "Creía que era algo casi imposible de hacer por las actividades de cada uno, pero hace tres meses me confirmó que estaba listo. Me encanta que más allá de la muestra se dé una reunión informal, que tiene una riqueza en sí mismo", añadió.
Respecto a la fotografía indicó: "Fue un quiebre muy importante en mi búsqueda personal. Yo quería hacer algo con identidad, un documento de la cultura nacional y de Córdoba. Además significa un antes y un después en el lenguaje fotográfico latinoamericano dado que éste estaba en transición entre lo documental y lo teatralizado. También tiene un mensaje claro, no hermético ni sofisticado", precisó.

El “Cristo” y sus apóstoles

Consultado sobre la gestación de la imagen, López recuerda haber visto una réplica de "La Ultima Cena" en Valencia con esculturas. Al volver al país, lo llamó a su amigo y actor Hugo Olmos para pedirle que le reúna a trece comensales, sin alguna condición especial. Olmos, a su turno, agregó: "Todo fue saliendo de casualidad. Había llamado a varios pero los que asistieron finalmente fueron todos artistas plásticos.Algunos hasta estaban de visita por Mendiolaza".
El fotógrafo recuerda que durante el montaje de la imagen, que cuenta con símbolos deliberamente incluidos como el "tetra" de vino Toro, eligió a Juan Longhini (director del Museo Caraffa), a quien todavía no conocía, como su "Jesús". Entre risas recordaron luego que desde una editorial española le habían confiado: "Ese Cristo se ve bastante deteriorado".