Escribe: Dr. Miguel Sponer*
Fueron varios los intentos desde 1985, para que nuestra ciudad contara con su Juzgado Federal. También la cercanía con la hermana ciudad de Bell Ville, conjuraba para que este sueño fuera para algunos, una utopía.
Pero el destino estaba sellado, ya que en mayo del año 2003, y con el aval de los diputados cordobeses Guillermo Johnson y Arnoldo Lamisowsky, se reflotaba el proyecto de su creación, el cual dormía en los archivos del Congreso nacional.
Conjuntamente con el intendente municipal Eduardo Accastello, logramos que el mismo tuviese su tratamiento parlamentario en sus comisiones respectivas.
Se creó la comisión Pro Juzgado (integrada por el Colegio de Abogados, Universidad Nacional Villa María, Universidad Tecnológica Nacional, Policía Federal, AERCA, entre otros), que motorizaba cada semana el seguimiento y todo lo concerniente a los pasos efectivos para que el objetivo tuviera en sus etapas todo el acompañamiento para su concreción.
Fueron jornadas de arduo trabajo, de inagotables reuniones y viajes a Buenos Aires para explicar a todos los legisladores nacionales de ambas cámaras, relacionados a las comisiones de Justicia especialmente, el porqué del proyecto. Encontramos siempre la buena predisposición para acompañar la iniciativa.
El ex presidente Néstor Kirchner también dio su aval para la creación de otro Juzgado en San Francisco. Sería desleal no resaltar la férrea defensa en comisiones del diputado Johnson, que junto a su par María del Carmen Falvo, le daban a algunos diputados argumentos por demás válidos sobre el porqué nuestra ciudad debía contar con este Juzgado.
También el acompañamiento del secretario Legal y Técnico de la Presidencia Carlos Zannini, con otros ministros como los de Justicia, Interior, serían de vital importancia para su logro.
Fue así como en el recinto de la Cámara de Diputados a las 21 del miércoles 20 de octubre de 2004 se aprobó el proyecto. Y en menos de un mes la Cámara de Senadores le daba aprobación definitiva, por la Ley 25.970.
Fueron muchos los que participaron en este viejo anhelo: políticos de distintos partidos, ciudadanos en general.
Queda demostrado una vez más como antes con la Universidad Nacional de Villa María, que con una férrea decisión política y la comunidad social organizada, los objetivos se hicieron posibles. En este caso toma forma el Juzgado Federal. Lo mismo aconteció en otros puntos del país.
Es preciso reconocer que el municipio, con la perseverante actitud de la ex intendente Nora Bedano y de Eduardo Accastello, a lo que hay que agregarle un trabajo consecuente de Martín Gill cuando fue secretario de Gobierno, y del presidente del Colegio de Abogados, Diego Sobrino, la meta que parecía poco probable es por estas horas una concreta realidad.
Hoy, los villamarienses tenemos que estar reconfortados de poder mostrar este ente de alta jerarquía jurídica y, más aún si tenemos en cuenta que se trata del mes en que la Villa cumple su aniversario 141. El Juzgado Federal pasa a ser otro significativo patrimonio de la ciudad. Atrás quedan un sinfín de adversidades y caminos que aparecían como intransitables; siempre la conciencia de la lucha por sumar se impone sobre la desidia y la falta de compromiso.

*Ex concejal de la ciudad