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Fabio Buhlman, Bernabé López, Esteban Buhlman, Germán Buhlman, Alejandro Boetto y Mayco Buhlman, el equipo de La Mestiza |
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El crecimiento deportivo de la ciudad y región se observa diariamente en el nivel de competencia de algunas disciplinas y en la variedad de propuestas que cada vez es más variada. Es que casi medio centenar de disciplinas se realizan en esta región, con deportes de nivel individual o colectivo.
El que se agrega ahora es el pato con un equipo denominado La Mestiza que ya practica en un campo del mismo nombre ubicado entre Villa María y Yucat.
Con una historia de 400 años en nuestro país, el pato fue luego de años de prohibición declarado deporte nacional, por un decreto del año 1953 del por entonces presidente General Juan Perón, y en esta región se ha venido practicando en encuentros campestres sin darle la categoría de equipo o club, salvo una experiencia de décadas pasadas en el Talamochita Polo Club.
Desde hace casi un año, se viene gestando la conformación de un equipo de pato, el deporte nacional por excelencia, mostrando a su vez el crecimiento de las disciplinas ecuestres, en donde se han ido sumando al turf y trote que tienen mayor tradición otras actividades como el polo, los saltos hípicos y ahora el pato.
“Esto surgió a partir de uno de mis hermanos”, cuenta Germán Buhlman, “él comienza a jugar el pato con su suegro, que era jugador y le enseña. El trabaja en la estancia de Yucat y jugaba con la peonada. Me invitó a jugar y me sumé. Ahí comenzó la idea de formar un equipo y ahora somos cuatro hermanos y hay dos o tres amigos que se sumaron y también juegan y un entrenador, Luis Borselli, ganador del torneo de Novicios en el año 1987 con el equipo del Talamochita Polo Club. Era un equipazo, en el que jugaban el “Pampa” Díaz y el “Coatí” Ramos, entre otros”, cuenta Germán Buhlman.
El grupo que hoy integra el equipo está conformado por los hermanos Favio, Esteban, Mayco y Germán Buhlman, junto a otros amigos como Martín Bocco, Alejandro Boetto y Bernabé López.
@Los antecedentes
“En Villa María no ha habido un campo de pato y nosotros estamos organizando el primer torneo Interprovincial en Villa María. Estamos justamente buscando un lugar acorde. Acá no es cuestión de edad, se puede sumar cualquiera, el que tenga noción de andar arriba de un caballo y tiene ganas se suma y juega. El otro día estuvo practicando y jugando con nosotros el patinador Flavio Fissolo, le encantó la idea, la propuesta y prometió volver”, contó el patero.
Cuenta además Germán que “nosotros tenemos caballos propios para el equipo. Cuando hay gente invitada se le presta, pero cada persona que está interesada en jugar tiene que llevar su caballito, por lo menos uno y ahí se le provee de la atención del caballo, del alimento, del fardo y los cuidados que necesite el caballo. Cualquiera que tenga caballo puede ir y sumarse”.
@Sus comienzos
“En Yucat se juega mucho, casi siempre los domingos por la tarde. Cuando empezamos nosotros quisimos aprender más, porque nos quedábamos con ganas. Empezamos a viajar, a contactar a gente que conoce, nos empezamos a curtir y a jugar de otra manera”, relata uno de los integrantes de La Mestiza.
“Nosotros conocimos el pato de grande, hará tres años atrás. Siempre comentamos cómo no haberlo conocido de adolescente, hubiera sido diferente y estaríamos quebrados por todas partes, también. La nuestra fue siempre una familia de a caballo, mi abuelo tenía campos, mi hermano y yo hicimos equitación, siempre estuvimos relacionados y tuvimos un vínculo con el caballo. Mi hermano cuando conoció el pato, nos pasó lo que todos conocen como que “nos picó el bicho del pato”. Así le dicen al que juega al pato una vez y luego no lo puede dejar”, cuenta.
Hay dos categorías de competencia, en la A participan jugadores de 5 goles para arriba que hace muchos años que juegan y lo hacen en un gran nivel y en la B, los más nuevos, y a nivel provincial, lo más fuerte en equipos está en Alta Gracia.
@El calendario
Este mes de abril tendrán el primer torneo en Río Tercero y a partir de la aparición de La Mestiza se han ido sumando equipos del interior, entre ellos el mencionado Río Tercero, Las Junturas y al parecer en Bell Ville está muy cerca de formarse uno nuevo.
“Se está armando una linda movida. A los gauchos que tienen un caballito se les dan lugar. En Yucat el año pasado un fin de semana armamos 12 equipos de tres integrantes cada uno. Hay gente que toda su vida anduvo a caballo pero nunca había jugado al pato. Estuvimos un fin de semana jugando, dos días que estuvieron muy buenos.”
“En el primer torneo del año el mes pasado no nos presentamos porque no llegábamos con la caballada. Hay equipos que juegan en un nivel muy interesante de manejo de pelota y con caballos muy bien preparados. Y nosotros queremos hacer una buena presentación”, dice Germán.
“La idea es fortalecer los vínculos con el resto de los equipos, viajamos a los torneos para eso. Estamos gestionando un espacio que tenga infraestructura para poder practicar la actividad. Lo mismo sucede con los sponsors para la camiseta. Son muchos los costos que se tienen en cuanto al cuidado de los caballos y los traslados”, agrega.
Con respecto a la camiseta es de color blanca, con franja azul en diagonal, mangas y cuello negros y el escudo.
El 13 y 14 de noviembre se hará el primer campeonato de pato en esta ciudad, pero previamente La Mestiza tendrá una serie de compromisos durante todo el año.
El año pasado tuvo un representante en un torneo en Alta Gracia, que se declaró como el más grande del país.
El calendario de este año incluye torneos todos los meses en distintos lugares como Río Tercero, Alta Gracia, Arroyito, Tucumán y Jesús María. Cada torneo tiene su copa, pero a su vez hay un campeón anual.
También una exhibición para hacer conocer la actividad que sería el 24 y 25 de mayo.
También se está gestionando con la comisión del Bicentenario de poder participar del desfile y hacer al mismo tiempo una exhibición.
El pato es considerado un deporte familiar, donde toda la familia participa de cada encuentro, tomando mates a los costados, mientras se miran los partidos.
Inclusive en algunos equipos participan jugadoras y en Alta Gracia ya se trabaja con el pato infantil.
“La idea es apuntar a eso, dejar que las chicas participen de la actividad, porque hay muy buenas jinetas en la zona. Además toda la descendencia de los Buhlman varones hasta ahora son todas mujeres, por lo que estamos tratando de introducir a las chicas en el deporte, para no perder la tradición”, cuenta Germán.
El equipo hoy está en la búsqueda de sponsors “que ojalá fueran locales, porque este es un equipo de esta ciudad”.
Germán cuenta con entusiasmo el buen trato que recibió cuando “estuvimos en contacto con el municipio. Ellos se mostraron contentos por el proyecto y ofrecieron colaborar con nosotros. Todo es bienvenido para ayudar a crecer esta actividad”.
La iniciativa ya tiene un perfil en Facebook que se puede encontrar como “La Mestiza” y los interesados en sumarse a la propuesta pueden consultar a los teléfonos (0353) 4530002 o al 154016702.
@Un poco de historia
Ya en el Siglo XVI se tienen referencias históricas que se realizaban contiendas o “corridas” donde dos equipos de jinetes intentaban hacerse de un pato vivo (de allí el nombre del juego, salvo que actualmente se usa una bolla con asas o manijas), y hay que llevarla hasta un sitio predefinido. Las crónicas destacaban partidos con hasta dos centenares de participantes, disputados de estancia a estancia. El animal usado para el juego solía ser entregado por un pulpero, a veces envuelto en una canasta o dentro de una bolsa de cuero con asas.
La ausencia de reglas causó que el juego fuera en ocasiones extremadamente violento. Muchos gauchos resultaron muertos durante corridas, al “rodar” su caballo o siendo atropellados por otros caballos. También se dieron casos en que, en el fragor del juego, había disputas entre rivales que fueron dirimidas a cuchillo.
Por esos motivos, las autoridades civiles y eclesiásticas vieron el juego con desagrado.
- El 20 de agosto de 1790 el virrey Arredondo prohibió el juego del pato.
- En 1796 un edicto de la iglesia aclara que no se debe dar sepultura cristiana a quien muere jugando al pato.
- En 1822 el Gobierno de la provincia de Buenos Aires prohibió la práctica del juego. Dicha prohibición fue sostenida durante el Gobierno de Juan Manuel de Rosas (quien, se rumoreaba, sentía especial fastidio por el juego).
Es de notar el escaso número de menciones al pato en la literatura gauchesca.
En la década de 1930, el estanciero bonaerense Alberto del Castillo Posse se dedicó a definir y reglamentar la variante moderna del pato, que abreva del polo en ciertos aspectos y retiene ciertas características del pato tradicional, en particular el elemento de la cinchada y la ensilladura y estribos propios del gaucho bonaerense.
El juego así definido experimentó un cierto auge, al punto que el 3 de abril de 1941 fue creada la Federación Argentina de Pato.
El presidente Juan Domingo Perón decretó en 1953 que el pato es el juego nacional de la Argentina.
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