En su niñez, el villamariense Alberto Pescio, descubrió que tenía poderes de vidente. Años después decidió abocarse al mundo del ocultismo y se inició como astrólogo y consejero de aquellos que acudían a él a conocer lo que les deparaba el destino.
“Empecé a observar que todos con los que tenía contacto se iban muy tranquilos, sin angustia, en paz. Ahí me di cuenta de mi don y de lo que podía hacer por otras personas”, dice el hombre que desde hace pocos días lidera un "hospital espiritual" en Arroyo Algodón.
“El cuerpo se enferma porque se bloquea por un disgusto o un acontecimiento que lo perturba. Nosotros tratamos de desbloquear eso y el cuerpo sigue andando”, asegura Pescio que desempeña su tarea sanadora junto a su hijo y dos asistentes.
“En mi templo se hacen curaciones chamánicas, crísticas (sic) y metafísicas. Las primeras tienen que ver con el contacto de los visitantes con elementos de la naturaleza (agua, plantas) cargadas con energía de la naturaleza”, acota el entrevistado por EL DIARIO.
“Hay ciertos problemas que son kármicos (arrastrados a través de vidas pasadas) ahí se trabaja desde lo crístico. Es decir sólo Cristo puede solucionar y purificar el problema”, también dijo el chamán.
En tercer orden se practica con los que asisten al templo, la programación mental que apunta “a pensar en positivo porque el poder de la mente puede curar enfermedades”.
“La diferencia que tenemos con las iglesias cristianas y evangélicas es que ellos tienen a Jesús y a Dios como los que sanan, en cambio nosotros, para el mismo objetivo, combinamos este poder cristiano con los elementos naturales”, subrayó.
“Antiguamente a esto lo calificaban como hechicería, pero no lo es, nada que ver”, asevera el conocedor de las misteriosas artes curativas.
“La medicina para muchos problemas no tiene solución. Por medio de las sanaciones chamánicas o imposición de manos sí se obtienen resultados”, indicó el chamán villamariense.
"Dentro del ocultismo nosotros nos dedicamos a lo blanco, a lo espiritual y positivo para la gente", aclara el consultado, alejándose de cualquier parentesco de su actividad con ritos satánicos.
Vale destacar que desde el momento de la inauguración del templo de sanación ya se han realizado dos reuniones con “pacientes”. En el segundo encuentro, la convocatoria superó los sesenta asistentes.
“La gente busca solucionar sus problemas y nosotros le ofrecemos varias alternativas” dice Pescio mientras detalla que en el “hospital espiritual” la atención es personalizada, se realizan diagnósticos y se recomienda el método de superación para cada dilema que el consultante presente.
“Acá no cobramos nada, todo es a voluntad y en la medida en que cada uno pueda colaborar”, añadió el reporteado.

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“Arroyo Algodón es energéticamente similar a Capilla de Monte”, dice Alberto que se estableció con su culto en la pequeña localidad luego de que el municipio le financiara el inmueble donde hoy se erige el “hospital”.
“En Villa María la energía es densa, no es muy buena. A diferencia de Algodón, geográficamente estamos en un pozo y, como en otros lugares del país, hay mucha envidia y eso afecta muchísimo a la gente”, sentenció el experto en ocultismo que también reveló que “existe mucho más umbanda y magia negra de lo que uno cree. En Villa María hay varios lugares donde se practica”.
Para conjurar toda sospecha y cercanía a la secta afrobrasileña que suma cada día más adeptos, Pesci insiste: “Somos de la línea cristiana, no umbandista. Curamos al cuerpo a través del alma, la mente y la naturaleza”.