El obispo de la Diócesis de Villa María, José Angel Rovai exhortó ayer al diálogo nacional, haciendo suyo el texto de la Comisión Permanente del Episcopado Argentino, que días pasados se declaró en el mismo sentido.
Al pronunciar su homilía de Pascua de Resurrección en la mañana de ayer, el jefe de la Iglesia Católica local, reclamó asimismo más dedicación de los fieles a los asuntos de la Iglesia, en particular en las jornadas dominicales.
En los momentos finales de su mensaje a la grey reunida en la Catedral Santuario, el obispo diocesano exclamó: "¡Qué necesidad tiene nuestra Patria de gente que dialogue, que escuche a los otros, que no se crea que posee toda la verdad, que consulte cuando tiene que tomar una decisión que toca al país!".
A renglón seguido, Rovai destacó que "los obispos nos acaban de decir hace poco en un pequeño documento de la Comisión Permanente de la necesidad del diálogo, de buscar juntos el camino para hacer una Patria grande, una Patria de hermanos".
"Tenemos que aceptar gente que piense distinto. Si hay respeto y hay diálogo vamos a saber convivir, a saber respetar a los que tienen fe y a los que no la tienen. No vamos a imponer nada. Cristo no impuso nunca nada, por eso en la Humanidad habrá quien crea en El y quien no crea."
El obispo, además, censuró la "ignorancia" y la "falta de tiempo" de algunos cristianos para los asuntos religiosos. "Hay que ver tanta televisión, tantas novelas interesantes, que Dios queda para lo último", añadió.
"Está bien ver televisión. Qué hermosos son los medios de comunicación, pero no pueden ocupar toda la vida. También comer es bueno, pero si como hasta reventar me voy a morir", comparó.
Tras explicar que "el domingo es el Día del Señor" monseñor Rovai recomendó leer una encíclica sobre el día domingo, escrita por el papa Juan Pablo Segundo: "Uno se pregunta cuántos cristianos, sacerdotes y hasta obispos habrán leído toda esa carta".
Luego recordó que "no adoramos a un muerto, a una momia, sino a un vivo, a alguien que trajo la vida al mundo. Por eso los cristianos luchamos por la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Por eso nos preocupamos por los pobres, para que tengan una vida digna. Por eso queremos justicia en el mundo, solidaridad, amor".