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De quedar firme la medida procesal, Delpino deberá responder en juicio oral y público por la “privación ilegítima de la libertad calificada” de Mariela. El fiscal Atienza dispuso elevar la causa con un único acusado |
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El fiscal Gustavo Atienza elevó a juicio la causa penal por la desaparición de Mariela Alejandra Bessonart, imputando a su ex esposo, el productor agropecuario Rodolfo Ceferino Delpino, como presunto autor de “privación ilegítima de la libertad calificada” por el tiempo transcurrido.
De todos modos, el decreto de citación a juicio no quedó firme porque los abogados defensores de Delpino se opusieron a la medida, solicitando el sobreseimiento de su cliente y planteando una serie de nulidades procesales.
Es por eso que el diferendo planteado deberá ser resuelto por el juez de Control, subrogante, Arturo Ferreyra, quien tendrá que analizar las dos posturas para emitir una opinión.
La desaparición
Como es de público conocimiento, Mariela desapareció a media mañana del 28 de setiembre de 2005, luego que el propio Delpino dijera que la había llevado con su automóvil hasta la esquina de General Paz y Santa Fe, más precisamente frente al Banco Nación, donde supuestamente iba a realizar unos trámites.
Su ex marido habría sido el último en verla con vida y fue quien, tres días después, realizó la exposición policial denunciando su desaparición.
Desde aquella mañana de setiembre hasta la jornada de hoy han transcurrido exactamente 1.654 días, y el paradero de Mariela sigue siendo una incógnita.
A partir de entonces se realizaron varias marchas organizadas por amigos y familiares de la mujer (en las primeras hasta participó Delpino), pero la más trascendente fue la que se llevó a cabo a fines de abril de 2006, con la presencia del polémico Juan Carlos Blumberg.
Ante la lluvia de críticas a la labor investigativa, el entonces gobernador José Manuel de la Sota ofreció la recompensa de 100 mil pesos para quien proporcionara datos precisos sobre el paradero de Bessonart.
El estímulo económico movilizó a un par de personas, quienes aportaron algunas pruebas relacionadas con el caso pero que jamás arrojaron resultado positivo.
El primero de los informantes llevó a los investigadores hasta el monte La Cruz, ubicado a unos seis kilómetros de Villa María en la salida a Córdoba (cerca del ex boliche La Legua), donde se encontró una vivienda abandonada, un pozo y un aljibe, pero no a Mariela.
El otro testigo, en tanto, aportó datos que terminaron por decidir al fiscal Atienza a ordenar la detención de Delpino e iniciar una búsqueda en las inmediaciones de La Posta, una pequeña localidad ubicada en el norte cordobés, donde tampoco se encontró a la bella mujer.
La detención
Finalmente, el 30 de agosto de ese mismo año, Atienza ordenó la detención de Delpino, a quien le imputó la presunta comisión del delito de “sustracción y ocultamiento de persona con fines coactivos”. Casi simultáneamente, en la referida población del Departamento Tulumba fueron arrestados los efectivos policiales José Luis Caro y José Luis Arce, sospechados de haber encubierto a Delpino en la desaparición de Mariela.
Pocas semanas después los policías fueron sobreseídos y sólo quedó en pie la acusación contra “Rody” Delpino. Así, a mediados de setiembre de 2006 el fiscal dictó la prisión preventiva del ya único sospechoso, pero los sucesivos planteos de la defensa echaron por tierra la calificación legal, hasta que la Cámara de Apelaciones de Río Tercero cambió la carátula y terminó imputándolo como supuesto autor de “privación ilegítima de libertad”.
La libertad
Exactamente un año después, el 11 de setiembre de 2007, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la provincia hizo lugar a un nuevo pedido de los defensores y Delpino pudo recuperar la libertad. Había pasado 377 días entre rejas.
Desde entonces hasta la fecha no fueron muchas las acciones judiciales desarrolladas por Atienza. Se incorporaron unos pocos testimonios, se puso en funcionamiento un 0-800 (línea telefónica gratuita) para denuncias anónimas y se llevaron a cabo algunos allanamientos. Pero los resultados fueron siempre negativos: nadie vio a Mariela.
Hoy, transcurridos 1.317 días desde la detención de Delpino, pero ahora con éste en libertad, el fiscal espera que el juez Ferreyra resuelva la oposición planteada por la defensa. Y aún si confirma el requerimiento de citación a juicio, los abogados que patrocinan al ex esposo de Mariela tienen otras instancias para apelar la medida, primero ante la Cámara de Río Ternero y luego ante el TSJ y hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
De modo que una eventual realización del juicio puede demorar mucho más de lo previsto.
Otros detalles
Mariela Bessonart es hija de Teresa Ramírez y la menor de tres hermanos, detrás de Alberto y Gladys. Al momento de desaparecer tenía 38 años.
La bella mujer estuvo casada 19 años con Delpino, de cuya unión nacieron Marcos (actualmente de 23 años), Franco (22) y Gisela (19).
La pareja se separó a mediados de 2004.
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