El nacimiento de tu bebé puede presentarse en forma espontánea con un trabajo de parto natural, puede ser inducido o puede planificarse una operación cesárea. Lo cierto es que ¡Llegó la hora tan esperada! El día en que conocerás a tu hijo.
Hoy nos vamos a enfocar en las formas posibles en las que se puede desencadenar un trabajo de parto natural. Te pido que leas atenta esta nota y que estés alerta a cualquiera de las situaciones que aquí describo.
El trabajo de parto puede desencadenarse con contracciones, ¿Qué son las contracciones? Las contracciones son movimientos involuntarios que produce el cuerpo uterino de relajación y tensión de sus fibras musculares. Esto significa que tu pancita se va a poner dura como una piedra en forma repentina y se va a relajar. Estos movimientos que va a hacer tu útero, no los vas a poder controlar con tu voluntad. Por lo tanto la contracción se va a producir en forma automática cuando tu bebé esté listo para nacer. Al comienzo del trabajo, las contracciones no van a provocar molestias, no debes esperar al dolor para asociar que estás frente al trabajo de parto.
Existen dos tipos de contracciones unas no sirven para dilatar el cuello del útero (Contracciones de Braxton Hicks) duran poco tiempo y no llevan un ritmo regular. Generalmente las embarazadas tienen a lo largo de su gestación estas contracciones. A mis alumnas les digo que imaginen que estos movimientos son los que van a preparar al músculo uterino para el gran trabajo que deberá hacer durante el parto. Las contracciones que son efectivas son las que llegan con un ritmo continuo y ese ritmo se mantiene a lo largo de un tiempo determinado.
Se dice que la mujer está en trabajo de parto cuando llega una contracción cada cinco minutos y este ritmo se mantiene por lo menos durante dos horas. Si se mantiene esta frecuencia en forma constante y prolija, el cuello del útero se dilatará. A medida que el trabajo de parto avanza las contracciones van tomando fuerza y se van haciendo cada vez más largas y más próximas entre sí. Cuando las contracciones duran un minuto y se repiten cada un minuto, te encontrarás muy cerca del período expulsivo. En este período estás en la sala de partos y es en ese momento en el que tendrás que realizar los pujos.
Por lo tanto cuando la embarazada logra sentir las contracciones, debe controlarlas y anotarlas.
Estas contracciones de parto deben presentarse al final del embarazo. Luego de la semana 38 de gestación. Si se desencadenan antes, siempre hay que consultar con el médico. No hay que minimizarlas.
Otra forma natural en que se puede desencadenar el trabajo de parto es con la ruptura de la bolsa o la fisura de la misma, cuando el bebé ya está listo para nacer. Luego de cumplida la semana 38 de embarazo.
Las mamás que rompen bolsa van a sentir que sale una importante cantidad de líquido por la vagina, si la bolsa se fisura este líquido saldrá en pequeñas cantidades. Este, en su condición normal, es transparente y con un olor fuerte, parecido al de la lavandina. Si la bolsa se rompe o se fisura debes comunicarte con tu médico o acercarte al hospital ya que seguramente tu bebé va a nacer. Si las contracciones no se presentaron el médico va a ayudarte a desencadenarlas.
Cuando el líquido está sucio, significa que el bebé hizo su primera caca en la pancita, éste está ahora contaminado, por lo tanto es más urgente que te presentes en la clínica.
Si encuentras sangre que sale de tu vagina, tienes que acercarte al hospital en forma inmediata tu bebé puede estar en riesgo.
Hasta ahora te conté sólo de las contracciones y formas espontáneas en las que se puede desencadenar tu trabajo de parto. En la próxima nota inducción y cesárea.

Viviana de los Ríos
Preparadora de Partos
Taller Gestación
vdga@arnet.com.ar