Una serie de acontecimientos desafortunados provocaron que el quirófano del Hospital Regional Pasteur, que hace tiempo venía utilizándose de manera restringida, estuviera ayer totalmente inhabilitado.
En situación desesperante y sin poder hacer ni siquiera una intervención de urgencia, los trabajadores del centro de salud hicieron una asamblea, pidiendo soluciones para evitar que se trasladaran pacientes en estado de emergencia a otros hospitales públicos de Córdoba capital.
En esa asamblea, los trabajadores expusieron su preocupación, indicando que el traslado a otra ciudad de alguien que requiere una operación de urgencia, es riesgoso. También indicaron que no reunía todas las condiciones el espacio que se había habilitado de manera provisoria para hacer cesáreas.
El director del Pasteur, Guillermo Tomas, pidió hasta el mediodía para gestionar soluciones y la asamblea pasó a cuarto intermedio.
Al final, llegó la noticia esperada: “Queremos llevar tranquilidad a la población informando que el Ministerio de Salud amplió el convenio con la Clínica de Especialidades, por lo que las intervenciones de urgencia se realizarán en el sector privado de esta ciudad, sin necesidad de riesgosos traslados”, dijo Tomas.
“El convenio se extenderá hasta que sea necesario, pero estimo que mañana -por hoy- el quirófano estará en condiciones para volver a ser utilizado, al menos en casos de urgencia”, indicó.
La obra en ese sector “caliente” del hospital se había iniciado el año pasado y, sorpresivamente, en diciembre la dejaron inconclusa.
En abril de este año, los médicos resolvieron operar sólo urgencias, suspendiendo las cirugías programadas, debido a que las paredes seguían rotas y no había condiciones de higiene para las intervenciones quirúrgicas.
Esa decisión agilizó las negociaciones en el Ministerio y finalmente enviaron nuevamente a los trabajadores de la empresa contratada para que continuaran.
“Pero igual pasaron muchas cosas. Vinieron y se hicieron mal algunos trabajos, después la Policía detuvo a los albañiles por merodeo, por lo que se volvió a parar unas horas lo que generó que hoy -por ayer- el quirófano quedara inutilizable”, aseguró Tomás.
Ayer, decidieron construir una pared que separe el área de cirugías del resto del quirófano (baños y vestidores) para poder volver a utilizar hoy, aunque sea de manera provisoria para las urgencias, la sala de operaciones, mientras que en el resto del área prosiguen las obras.
“Después que termine toda la obra, se tendrá que anular otra vez el quirófano para romper la pared que hicieron ahora y para esos días, también regirá el convenio con la clínica privada”, concluyó Tomas.