Linux y Windows protagonizan desde su aparición un enfrentamiento tipo Boca-River (uno más relevante, más determinante de nuestras vidas que el deportivo, claro). Aunque el sistema operativo Linux está muy presente en nuestra cotidianeidad, con frecuencia se dicen de él barbaridades infundadas que nacen del desconocimiento o la costumbre a favor de Windows. Como el uso de Windows cuenta con la aceptación de la mayoría, es apropiado desmitificar a su menos popular oponente. Reproducimos aquí un texto de Manuel Montoya, que detalla los mitos más frecuentes sobre Linux:
1.- Si uso Linux me quedaré aislado del resto. Esto es tan falso como los affaires heterosexuales de Ricky Martin. Se ha hecho un gran esfuerzo en integrar a Linux a los ambientes corporativos multiplataformas y los resultados son muy satisfactorios. Los sistemas con Linux pueden integrarse a un dominio Windows y hacer uso de los recursos compartidos. Se pueden editar archivos de Word y Excel en Linux e imprimirlos en la impresora del XP y viceversa. También se puede revisar Hotmail y usar el Messenger y ICQ en un equipo Linux. De igual manera los PDF y todos los tipos de archivos de imagen, vídeo y audio están soportados, todo sin problemas.
2.- Linux no está estandarizado. De todo los mitos, quizás éste es el más infundado. Linux es la plataforma que más busca sujetarse a los estándares. Existen estándares para todo, desde aquellos que definen cómo se debe comportar un manejador de ventanas hasta el formato de las hojas de cálculo y los desarrolladores de Linux son muy respetuosos de apegarse a todas estas reglas.
3.- Sólo un experto programador puede instalar y usar Linux. Otro cuento. Cualquier persona puede ser un usuario eficiente de Linux. Si su empresa compra un equipo con Linux preinstalado, usted encenderá el equipo, usará el quemador, leerá sus mails, imprimirá sus documentos, escuchará música, navegará por Internet y al final de día apagará la computadora e irá a casa (Linux es famoso por su gran estabilidad). Todo ello sin saber una jota de programación.
4.- Linux está bien como juego, pero no para algo serio. Sería lindo conocer la opinión el ICBC, (el banco más grande de China, con fondos que superan los 640 mil millones de dólares y que usa Linux como plataforma). Asimismo me gustaría saber qué opinan Google, Amazon.com, las automotrices Ford y Volkswagen, la fabricante de aeronaves de la comunidad europea Airbus y los astronautas de la estación orbital (en la cual se usa Linux extensivamente) sobre la opinión de que Linux es un "juego". De cualquier manera es un juego que todos quieren jugar: más de 38 mil millones de dólares en ganancias al año y sigue creciendo.
5.- Linux no genera empleos. "Al no haber facturación por licencias, Linux daña la economía de los países, pues no hay impuestos para el Gobierno ni hay empresas que pueden crear empleos". En realidad lo que está haciendo Linux es impulsar el desarrollo tecnológico (y la calidad de vida) de los países del tercer mundo: al no haber pago por licencias las empresas de tecnología (incluso las pequeñas) pueden cobrar por los servicios de soporte, personalización y desarrollo. Si antes las empresas latinoamericanas sólo aspiraban a quedarse con una pequeña fracción del precio de la licencia, ahora pueden pelear por una rebanada más grande del pastel, ofreciendo Software libre y su experiencia. Hay más trabajo para los programadores locales. Si los antiguos administradores de Windows sólo sabían apretar una bonita secuencia de botones sin entender lo que pasaba, ahora en Buenos Aires, Santiago y México se están desarrollando verdaderas secciones de código en C o Java a un nivel de complejidad e innovación que hace apenas cinco años era impensable. Eso tiene un mayor impacto en la economía: Brasil e India (dos grandes entusiastas de Linux) se están convirtiendo en los exportadores de Software de sus respectivas regiones.
6.- Linux es feo. Actualmente Linux posee uno de los entornos gráficos más atractivos de la industria (más atractivo que el de Windows y sólo superado por el MacOSX de Apple). El ambiente gráfico de Linux es también, y por mucho, el más flexible y personalizable. Con frecuencia diseño páginas usando CSS y es una sorpresa para mí ver que en Windows las fuentes pierden definición, mientras en Linux se ven nítidas. Pero todo tiene un precio; Linux se dio a conocer en 1994 como el SO más rápido del mundo, lo que era cierto. Esa rapidez, lógicamente, se ha perdido con los escritorios corporativos. No obstante, aún existen los hacker's desktops como Windowmaker, Fluxbox o FVWM, que son entornos funcionales y visualmente atractivos.
7.- En Linux no hay aplicaciones. Aunque hubo el día en que esto era cierto, ahora no pasa de ser un mito. Linux está lleno de programas maduros y totalmente funcionales: K3B y Nautilus queman CD's y DVD's sin problemas; Koffice, GnomeOffice y OpenOffice.org son suites de oficina llenas de funciones avanzadas y dotadas de herramientas de integración; Gnomeeting es compatible con Microsoft NetMeeting si deseamos usar nuestra cámara Web; Gimp es uno de los mejores editores bitmap y retoque fotográfico del mundo, que poco tiene que envidiarle a Photoshop; Konqueror, Mozilla, Mozilla-Firefox, Epiphany, y Galeon son excelentes navegadores, inmunes al código malicioso de algunos sitios. Sólo existen dos grupos de programas que actualmente no pueden encontrarse muy desarrollados en Linux: juegos y diseño en vectores.
8.- Linux es gratis y por tanto, lo que se haga en él no se puede cobrar. Doblemente Falso. Linux no es gratis; que no se deba gastar en la licencia no significa que no habrá otros costos, como la capacitación y el tiempo en investigación de soluciones. El costo Total de Propiedad, o TOC por sus siglas en inglés, suma los costos totales por implementar y sostener un sistema operativo. En términos generales, Linux es un 30% más barato que Windows, y ese porcentaje de ahorro aumenta año con año, pero eso no significa que Linux no requiera inversión. Por otro lado, la licencia GPL no prohíbe cobrar por lo que se haga en Linux; de hecho, en la facturas se cobra por la instalación, configuración y en su caso, programación de Software libre.
9.- Linux es difícil de manejar. Linux no es difícil, tan solo se trata de que somos una generación acostumbrada a Windows y la novedad no es tan fácilmente asimilable. Además, operaciones comunes de Windows como configurar un módem o un router wifi doméstico, instalar una impresora, formatear un disco duro y muchas similares a estas todavía nos obligan a llamar a un técnico.
10.- En el Software libre no hay innovación. La mejor innovación que han hecho los sistemas abiertos es el mismo Internet: el protocolo TCP/IP, que le da vida a la red, fue desarrollado por el equipo BSD de Berkeley y fue liberado bajo la BSD License, mientras el deficiente protocolo NetBeui ha sido abandonado. También fue en el Software libre donde se dio la primer CLI (Common Lenguaje Interface) que fue Jython, años antes que el tardío .NET de Microsoft. Los Weblogs también son una innovación libre. El respaldo distribuido de información y sistemas de monitoreo de redes están también entre las muchas innovaciones libres.
11.- Todo mundo puede ver el código de los programas libres y por eso son inseguros. En realidad, pasa todo lo contrario. Existen dos tipos de esquemas de seguridad: la tipo plaza pública, en la cual todo mundo puede ver los detalles de un programa y cuando encuentra una falla avisa a todo mundo, y la tipo torre de marfil, donde sólo un reducido grupo puede ver el programa y cuando encuentra una falla no avisa a nadie. Al ser revisados por muchas personas y hacer públicas las fallas, es difícil que un error grave no sea detectado en un programa de software libre. En los programas torre de marfil, en cambio, las fallas pasan desapercibidas por el pequeño grupo y cuando la encuentran no avisan. En todo caso, y quizás esto es más grave, la respuesta de los programas torre de marfil es muy lenta; arreglar un grave fallo de seguridad puede tardar meses sin que los usuarios estén conscientes del peligro que corren, como ya ha pasado en varias ocasiones con Windows 2000 y XP. En la plaza pública, al ser dada a conocer una vulnerabilidad, uno puede decidir continuar con ese programa o remplazarlo por otro que cumpla la misma función. En la torre de marfil uno no tiene esa libertad.
12.- El Software libre es comunista. No hay ninguna razón por la cual desarrollar Software libre vaya en contra de las reglas del mercado. De hecho, el Software libre se ha revelado como un modelo de negocios novedoso y que reporta miles de millones de dólares cada año. IBM, SUN, Computer Associates y Novell son empresas que han descubierto en el SL una manera de abrir el mercado ahí donde estaba copado y han dado nuevos bríos e innovaciones a la industria.
13.- No hay virus en Linux porque poca gente lo usa. Durante décadas, Unix fue el único sistema operativo que estaba disponible, su cuota de mercado era del 99%. Durante todo ese tiempo nunca hubo un virus. Los virus aparecieron al sumar Windows + Internet. Hay quienes dicen que Windows no es un sistema operativo verdadero, sino un "gestionador promiscuo de memoria y ejecutables". Cuando un archivo llega a Linux (por Internet o porque se copia de un CD) no puede ejecutarse, porque no posee permisos y aunque los tuviese, no puede activar ningún servicio porque no es dueño del demonio que lo ejecuta. Esto revela un sistema operativo maduro y bien diseñado. Existen otros peligros para Linux, como los troyanos o algún exploit, pero por cada uno de ellos hay miles de virus. Concluyendo: en Linux (como en todos los Unix) nunca habrá virus.
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