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En este segundo juicio, Luis Haedo fue condenado a seis años de prisión por haber abusado sexualmente de su concubina. A fines de octubre de 2008 había zafado de un castigo similar, porque su pareja se arrepintió antes que se iniciara la audiencia |
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“Tanto va el cántaro a la fuente...” Y al final, la tortuosa historia de amor entre la enfermera de 42 años y su joven concubino, de apenas 21, se rompió definitivamente ante los reiterados hechos de violencia que marcaron a la pareja oriunda de la ciudad de Oliva.
Ayer, la Justicia villamariense volvió a condenar al irascible empleado de mantenimiento Luis Miguel Haedo, quien a fines de octubre de 2008 zafó de recibir una pena más severa porque su pareja, Silvia Mabel Peralta, se arrepintió de haberlo denunciado por un hecho de violación que la había tenido como víctima.
Ante el avenimiento de Peralta, aquel juicio se suspendió momentos antes de comenzar. Pero unos 10 días después, más precisamente el 7 de noviembre, el camarista René Gandarillas le impuso a Haedo una condena de tres años de prisión efectiva, luego que confesara haber cometido los delitos de “privación ilegítima de la libertad”, “coacción”,“amenazas”, “daño” y “lesiones leves” (algunos de ellos en forma reiterada, pero todos en perjuicio de su concubina), además de un hecho de “tentativa de evasión”, ya que intentó fugarse de la Comisaría de Distrito olivense a poco de haber sido detenido.
Para entonces, el más grave de los ilícitos que se le atribuían originalmente (el “abuso sexual con acceso carnal”, cuya pena mínima es de seis años de prisión), fue dejado sin efecto por pedido de la propia denunciante, aunque para la Justicia la acusación quedó pendiente por el término de dos años.
Haedo obtuvo la libertad en forma condicional el 10 de noviembre de 2008, tras pasar 11 meses en la cárcel de barrio Belgrano, y como la pareja había reanudado la relación sentimental mientras él estaba detenido, cuando salió volvieron a convivir bajo un mismo techo: la casa que la enfermera posee en Río Negro 892 de Oliva.
Otra vez sopa...
Si bien el juicio que concluyó en la víspera se realizó a puertas cerradas por tratarse de un delito de instancia privada, quedó en evidencia que la relación entre Silvia y Luis no fue precisamente un lecho de rosas.
La mujer volvió a ser víctima del violento proceder de Haedo, quien terminó nuevamente entre rejas a raíz de una nueva denuncia. Esta vez, los maltratos, los insultos, los golpes y las amenazas pudieron más que el amor que ella le profesaba a su joven amante.
Así las cosas, el muchacho nacido en Oliva el 5 de febrero de 1988 tuvo que sentarse por segunda vez en el banquillo de los acusados, sólo que ahora no hubo arrepentimiento ni perdón por parte de la enfermera y el juicio ya no fue abreviado.
Durante la audiencia de debate de la víspera declararon Peralta y otros tres testigos, y al cabo de las deliberaciones el mismo juez (Gandarillas) que había intervenido en aquel primer juicio, terminó condenando a Haedo a seis años de prisión de cumplimiento efectivo, tras declararlo autor responsable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal”, “lesiones leves”, “violación de domicilio” y “amenazas”, todos en perjuicio de su concubina.
Ahora, el iracundo sujeto tendrá que cumplir casi la totalidad de la pena impuesta y sólo podrá solicitar -con buena conducta- el beneficio de la “libertad asistida”, que permite el egreso sólo seis meses antes del cumplimiento total de la condena.
De todos modos, Haedo cumplió alrededor de un año y medio entre rejas, producto de los 11 meses que pasó en la cárcel antes del primer juicio y el tiempo que ahora lleva detenido tras la segunda denuncia de Peralta.
Un caso atípico
Para cuando el primer juicio se suspendió, el hecho tuvo difusión nacional a partir de una errónea información periodística, según la cual una mujer había solicitado que no se juzgara al sujeto que la había violado “porque se había enamorado de él”.
Así relatado el hecho, diferentes medios de alcance nacional se hicieron eco de lo que, a priori, aparecía como una noticia realmente sorprendente.
Sin embargo, la verdad era otra: Silvia y Luis, pese a la diferencia de edad, eran pareja al momento se suscitarse el violento episodio ocurrido durante los primeros días de diciembre de 2007.
Por cuestiones de convivencia, la pareja discutió acaloradamente y luego entró en lucha. Haedo golpeó varias veces a Peralta, por lo que intervino uno de los tres hijos (menor de edad) de la mujer, luego de lo cual se retiraron del domicilio rumbo a un descampado cercano. Allí mantuvieron relaciones sexuales, que a la postre fueron denunciadas como un hecho de violación.
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