El destacado compositor y pianista se hizo un tiempo en su apretada agenda para atender a EL DIARIO, horas antes de su presentación, esta noche en plan acústico.
Recuerdo que la última vez que actuaste en Villa María fue en 2005, en el 10º aniversario de la EMPO
- Claro porque yo soy su padrino. Debe ser la segunda escuela del país que apadrino junto a una escuela de mi pueblo, y nada más.
¿Y no te queda tiempo para la docencia?
- No, para nada. Además soy pésimo enseñando, no tengo paciencia. Antes de ser músico profesional, ejercí como ocho años, pero no quisiera volver.
Le habías enseñado a Calamaro, ¿no?
- Sí, le enseñé piano y él también tocaba batería, era muy bueno. Sé que le he enseñado a varios grandes músicos pero no significa que fueron buenos por mí.
Esta noche volvés pero con el Nuevo Trío
- Es una propuesta que surgió en un momento que yo estaba en un agujero negro. Quería hacer algo fresco y pensé en el quinteto, después desistí, hasta que apareció el Trío.
Y de nuevo con Lucho González que es ya como tu hermano, como una novia que va y viene
- Y sí, ni hablar. Tocamos juntos desde el ´85. La diferencia entre una pareja y los músicos es que uno puede ser infiel sin problemas, sin que nadie se ofenda y cuanto más variedad mejor (risas). Además, el reencuentro de años es bueno. Antes de volver en esta última vez, él participó de un homenaje a Chabuca Granda, el cual produje.
Y vos hiciste un disco ("El otro") totalmente diferente a lo que venías haciendo
- Sí, ese proyecto quedó trunco, como suspendido en el tiempo. Es algo medio conflictivo, difícil de entender, aunque lo hice con muchas ganas (Nota: fue el primer disco donde cantó y tocó la guitarra, editado por Sony BMG). Hasta grabé un cuarteto con Juan Subirá (de la Bersuit).
Para el Trío sumaste a Víctor Carrión, que ya había estado en el quinteto
- Claro, y también en otros proyectos. El es la novedad, es un músico joven con una gran posibilidad técnica, que toca saxo y quenas. Además, él creció escuchando nuestra música.
¿Qué van a tocar?
- Vamos a hacer el nuevo disco íntegro y alguna que otra pedida, de otras formaciones como la versión de "Taquito militar" de Baraj y alguna del Mono Izaurralde. Vamos a ser guitarra, piano acústico y vientos.
¿Y la gente cuál pide más?
- "Ese amigo del alma", que es la más conocida. Aunque es difícil que la gente recuerde temas de música instrumental.
Pero alguna que otra muchacha se habrá arrojado...
- Y sí, aunque haga esta música uno se la rebusca (risas), aunque era otra época.

Charly y las drogas. “Es una mierda verlo así como está ahora. No fue un genio por su consumo de drogas sino por las mil cosas que hizo y compuso. Soy un militante antidrogas, pero no soy un policía. Lo que sí me parece tremendo y lamentable es que en los medios se aplauda o se reían de esas situaciones. Si me ofrecieran estar en una campaña de prevención no aceptaría, porque todas terminan haciendo agua”.
Discos con el Estado. “Ahora estoy produciendo un disco con 12 bandas escolares de Buenos Aires, para un proyecto de Educación. Es un pedido del Gobierno de la Ciudad, como fue el ‘Escúchame entre el ruido’ con el Gobierno nacional, lo que no significa que apoye ni a uno ni a otro Gobierno. A ese disco lo hicimos con un cariño y un compromiso muy fuerte. Y aunque hubo quilombo con el título (disputado por Moris), yo estuve al margen de todo eso. Odio los abogados y las cartas documento. Respecto a lo que se gastó, también digo que ahí cobramos todos los que participamos y lo que se recaudó se destinó al Garraham, como se había anunciado. A veces salen a decir que se recaudó menos de lo que se invirtió, pero hay muy pocos casos de discos que recuperan lo que gastaron. Además, esa no era la intención del proyecto”.