Natalio, Daniel, Enrique Adán y Juan Carlos están todos los días en el "punto muerto" ubicado en Sarmiento y las vías. Allí esperan "que salga algo".
"A veces se te va el día entero y no sale nada; hay de esos días", dice Daniel, que de vendedor de diarios en Rosario pasó a changarín en Villa María.
Hay otro punto muerto sobre la calle San Juan, frente a Plaza Ocampo. Y otro más en Alem y Vélez Sarsfield, en las inmediaciones del Molino Fénix.
"Si estamos acá es porque queremos trabajar", explica Juan Carlos, que tiene tres hijos en la primaria y uno en la secundaria.
"Cuando no sale nada uno se busca la vida. Vendemos huevos y en la temporada de vientos, que son tres meses y para el día del niño, vendemos barriletes. Lo que sea, siempre que sea legal", agrega.
Enrique Adán cuenta que fue trabajador de la Fábrica Militar de Pólvoras y que tiene "ganas de jubilarse algún día".
De momento sigue en busca y a la espera de la changa que le permita tener una buena jornada.
Natalio tiene una chatita y espera que lo busquen para un flete. "Si se trata de llevar una heladera o de una mudanza, mejor, porque entonces hay trabajo también para un changarín".
Son trabajadores. Hoy es su día y no piden nada especial. Apenas piden que "dejen de venir por las noches a descargar basura, porque nos acusan a nosotros".
No piden nada especial. Son trabajadores.