El camarista René Gandarillas le impuso ayer una condena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo a un joven trabajador de la construcción que sometió a tocamientos y manoseos impúdicos a una menor, integrante de su grupo familiar.
Se trata de Sergio Leonardo Ismael Reynoso, alias “Leo”, un peón de albañil y pintor de 22 años de edad, quien reconoció haber abusado de la pequeña en varias oportunidades, aprovechando el periódico contacto con la víctima a raíz de la relación de parentesco que los une.
Tras la confesión, el disoluto individuo fue declarado autor responsable de “abuso sexual simple” (es decir, sin acceso carnal), delito que antes era conocido como “abuso deshonesto” y cuya escala penal va de los seis meses a los cuatro años de cárcel.
Si embargo, como Reynoso superó holgadamente los ocho meses entre rejas, está en situación de obtener el beneficio de la “libertad condicional”, por lo que hoy o a más tardar el lunes dejará el Establecimiento Penitenciario Nº 5 donde se encuentra alojado desde el 7 de mayo del año pasado.

@ Audiencia privada

Como es habitual en este tipo de causas de instancia privada, el juicio se realizó a puertas cerradas y fue de trámite abreviado porque el acusado admitió haber manoseado a la menor en sus partes pudendas.
Reynoso nació en la ciudad de Buenos Aires el 5 de enero de 1988, pero desde hace varios años está radicado en Villa María, donde se desempeñó como pintor de obra y peón de albañil.
Al momento de ser detenido, registraba domicilio en Intendente Reyno 530, en barrio Nicolás Avellaneda.
La de ayer fue la segunda condena que le impone la Justicia villamariense, pero la primera de cumplimiento efectivo. El 23 de marzo de 2009 había sido sentenciado a dos años de prisión en suspenso por la misma Cámara del Crimen, por un hecho de “robo simple”.

@ Chocó, perdió la visión de un ojo y fue detenido

En relación al abuso de la menor, Reynoso estaba prófugo de la Justicia (tenía pedido de captura desde el 27 de abril), cuando una circunstancia fortuita le permitió a la Policía detenerlo.
En efecto, poco después de las 2 de la madrugada del 7 de mayo del año pasado se produjo un accidente de tránsito en la esquina de bulevar Alvear y Tucumán entre un automóvil Volkswagen Gol, conducido por una joven, y una moto Honda Wave en la cual circulaba “Leo” Reynoso.
Como consecuencia del violento impacto, el motociclista debió ser trasladado por una dotación del Cuerpo de Bomberos Voluntarios al Hospital Regional Pasteur, donde los médicos de Guardia le diagnosticaron “lesiones de carácter grave”.
Reynoso sufrió una seria herida en su ojo izquierdo y una fractura expuesta en el fémur del mismo lado, por lo que debió ser intervenido quirúrgicamente de urgencia. Sin embargo, el daño en el globo ocular fue irreparable y perdió definitivamente la visión.
Mientras se encontraba internado en el nosocomio de calle Mendoza, el fiscal de Instrucción Daniel Del Vö fue anoticiado que se trataba del sujeto que era buscado por el abuso de la niña, por lo que dispuso una custodia policial hasta que le dieron el alta. De inmediato, fue alojado en la cárcel de barrio Belgrano.

@ Ya puede salir

Como Reynoso lleva casi 11 meses “a la sombra”, está en situación legal de solicitar el beneficio de la libertad condicional. Y como observó muy buena conducta durante el período de detención, podrá dejar el penal hoy mismo o a más tardar el lunes, una vez concluidos los trámites administrativos de rigor.
Además del juez Gandarillas, intervinieron en este juicio el fiscal Francisco Márquez y los abogados Antonia Giampíccolo (representante de la querella) y Eduardo Luis Rodríguez (defensor), mientras que el secretario actuante fue Roberto Jue.