Escribe: Fernando de Goycoechea

Como en un partido de ajedrez donde los rivales conocen cada uno de los defectos y virtudes de su contrincante, Jockey Club y Tala RC dieron el primer paso con un empate en 12, durante la primera fecha del torneo que organiza la Unión Cordobesa de Rugby.
Sobre el tablero verde (impecable) de barrio Roque Sáenz Peña, el último campeón cordobés y los de Villa Warcalde plasmaron un desarrollo de juego tan parejo que no permitió vaticinar nunca quién sería el dueño del resultado final.
Si bien el tiro decisivo quedó para los dueños de casa en el último suspiro del choque, la fortuna quiso que la pizarra quedara en tablas.
Como balance se puede decir que las piezas, movidas con inteligencia por los dos protagonistas del choque, no pudieron terminar haciendo la diferencia hacia ningún bando, aunque de a ratos, alguno demostraba tener un poquito más para llevarse la victoria.
Fue tal el equilibrio en la cancha que sólo a través de la vía aérea vinieron los puntos y en ese rubro se lucieron el debutante Turrado, por la visita, y el experimentado Nicolás Ferreyra (autor de todos los puntos verdes).
De todos modos, y con bastante viento a favor, los que empezaron mejor fueron los blanquinegros.
Con solidez en defensa y ambición para atacar, los cordobeses pusieron en aprietos al campeón llevando el juego mediantes profundas patadas al fondo.
Sin embargo, los errores en la zona de definición y algunas decisiones desacertadas para progresar en el terreno, no permitieron a los de Córdoba facturar acorde a la realidad de su desempeño.
Así, Turrado embocó dos penales y de yapa el fullback Pedro Garzón desde casi mitad de cancha hizo lo propio con un fantástico drop (digno de otro partido).
Sin poder hacer pie en su terruño, los “hípicos” buscaron redimirse a puro tackle y vehemencia, consolidando las formaciones fijas (interesante trabajo de Fruttero en el line) y presionando con tesón en el scrum.
La mejoría recién pudo transformarse en números en el quinto minuto adicionado por Mancuso al tiempo reglamentario, cuando “Fefe” Ferreyra sumó de a tres con un penal.

Con la chapa

Como es clásico, la arenga de Juan Pigni en el entretiempo hizo nuevamente su efecto en la actitud de los hombres de verde.
Con más decisión y tomando definitivas ventajas en los lines y scrums propios y ajenos, los de Villa María tomaron el comando del partido.
A las “bombas” de Ferreyra orientadas a los últimos metros de la cancha, los villamarienses agregaron en el segundo capítulo, la exploración de la grieta entre las formaciones y el apertura de la “salchicha”.
Con Osvaldo Acosta y Rodrigo Bruno como arietes, los discípulos de Pigni sacaron la chapa de campeón y atropellaron a sus rivales hasta encajonarlos en su zona de 22 metros.
Asediados, los conducidos por Cristian Ohanian y Arturo Gill, hicieron valer sus dotes defensivas, custodiando con recelo la línea de try que, de milagro, no fue cruzada al menos tres veces.
El que se las ingenió para no hacer perder el tren a su equipo fue Ferreyra, que en los minutos 1 y 11 dijo presente en el marcador, decretando el transistorio empate.
Por supuesto, la batalla entre escuadras continuó y fue Jockey el que demostró tener más resto e ideas para salir victorioso.
Netamente dominantes, los locales hicieron crecer su chance de try (durante una jugada se mantuvieron a dos metros de la línea de sentencia) hasta que su visita despertó y con mucho esfuerzo lograron posicionarse para provocar un penal que, tras ser convertido por Turrado, significó nuevamente la ventaja.
La experiencia de Ortiz, Díaz de Bedoya y la visión de juego de García le cambiaron la cara al Tala, que fue en busca de su destino pero se topó de frente con el orgullo del dueño de la corona cordobesa.
A cuatro minutos del final, Ferreyra enmudeció a la parcialidad visitante con un drop lejano y encendió las ilusiones de triunfo.
Jugado por jugado, Jockey fue por todo el premio y en los últimos segundos de la contienda logró acceder a un penal factible sólo para un potente pateador.
Facundo Boaglio, que cumple estas características, hizo la última apuesta de la tarde pero el tiro se fue rozando el poste derecho de las haches que dan a la ruta 158.
Luego sobrevino el final y fueron pardas.
Los dueños de casa demostraron estar enteros y aptos para mantenerse en el selecto grupo de los que definen los torneos.
Los de Villa Warcalde, se fueron de la ciudad sin todavía poderse sacarse la espina de los que los condicionaron a ver la final del campeonato sentados en la platea del Chateau.
Todavía falta mucho para la etapa decisiva, pero bien valen las primeras impresiones.