Estaba todo preparado en la peña de Los Soñadores. El cuarto disco (de cuidado arte de tapa) ya editado y a punto de salir a la venta. El escenario montado, la pantalla gigante instalada y los invitados confirmados. El amplio servicio de bufé, a cargo de los voluntarios de Funima (Fundación Los Niños del Mañana), que ofrecía precios accesibles. Pero el protagonista que no respondió como habitualmente sucede en eventos populares de estas características fue extrañamente el público. Un poco más de 200 personas se acercaron el viernes al club Rivadavia para apreciar la presentación del flamante álbum “Pasiones”. Cerca de las 22.30 subió al escenario el primer grupo soporte, Ranqueles, que despachara furiosas chacareras. Le continuaron Los del Encuentro Etruriense, con zambitas y chacareras reforzadas con sets percusivos a dos bombos. Su performance finalizó con la presencia de purretes de una escuela folclórica etruriense, a puro malambo. En la antesala de Los Soñadores, la verdadera promesa femenina Nadia Sánchez , legitimó la máxima distinción obtenida en la peña competitiva de febrero, gracias a su soberbio registro vocal. El conjunto “soñador”, con ganado aire de suficiencia y madurez alumbró las nuevas obras de ritmos latinos con pulso melódico. Baladas, galopas y otros estilos se erigieron en temas como “Esclavo más que amo” y “Amor que prohibí”, corte que ya cuenta con un videoclip que también integra el disco. Tras repasar parte de su repertorio más peñero, dieron lugar a los artistas invitados como el charanguista Luis Velázquez y Americanta.
J.R.S.