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Al ataque. Diego Marín, ex Colón, se lleva la pelota ante Daniel Abate Daga. El partido en Tío Pujio tuvo de todo |
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Escribe: Diego Pellegrini (h)
No quedan dudas de que Hipólito Yrigoyen dejó pasar la gran oportunidad. El empate en Tío Pujio ante Colón 2 a 2, colocó a los dirigidos por Germán Vicario en una posición incómoda y a los cabralenses, casi clasificados, a las semifinales.
Era la chance del “diablo”, teniendo en cuenta que lo hacía de local. Pero ni siquiera los dos goles de ventaja que sacó en la primera etapa, le alcanzaron para poder sumar los tres puntos tan ansiados.
Entonces, el que mejor recibió la noticia de la igualdad fue Colón, que regresó a su pago sabiendo que sólo una “catástrofe futbolística” en la próxima fecha lo dejará afuera de la gran definición por el título.
Poco fútbol, juego entrecortado y escasas situaciones de gol. Eso fue lo entregado por ambos equipos en la primera etapa. A pesar de esto, los goles aparecieron.
El primero, fue a los tres minutos de juego. Luis Rodríguez envió el balón al área, luego de una pelota parada, y Maximiliano Burello conectó de cabeza para el 1 a 0 del local. El defensor apareció sin marca y colocó de “palomita” la apertura del marcador.
Con el gol, Hipólito Yrigoyen empezó a mostrase sólido en el medio campo. A Colón le costaba encontrar juego asociado de mitad de cancha para arriba y de esa manera, Ezequiel Merani no tenía trabajo.
Con el correr de los minutos, Yrigoyen empezó a perder la pelota más rápido. Esto le permitía al visitante adelantarse e intentar crear peligro en el arco rival. Pero la baja labor de Diego Gabetta y el poco aporte de los volantes externos (Tottis y Chocobares) hacía que el juego de Colón termine en tres cuartos de cancha. De esta forma, las situaciones de peligro no aparecían en ninguno de los dos equipos.
Pero a los 37' otra vez la pelota parada le iba a dar una alegría al equipo de Vicario. Como no podía ser de otra manera, Rodríguez se hizo cargo, y cuando todos esperaban el centro, el volante eligió pegarle al arco. El balón viajó y se clavó en el segundo palo, por sobre la humanidad de Julio Giraudo. Golazo y 2 a 0.
Colón no entendía nada. Su rival, con dos aproximaciones, sacaba una ventaja interesante en un encuentro disputado y reñido.
Cuando faltaban cinco minutos para el final de la primera etapa, una jugada desafortunada dejó fuera del partido a Ezequiel Porta, que debió salir lesionado porque trabó su pie en el campo de juego y se lesionó la rodilla (la misma que había sufrido una operación de los ligamentos).
El panorama era negro para el subcampeón provincial y sólo el gol del descuento podía mejorar un primer tiempo para el olvido.
Y el descuento llegó. Matías Mansi tomó la pelota luego de que Merani rechazara el balón débilmente, tras un centro de Chocobares, y con un remate esquinado, colocó el 1 – 2 (51´) para darle vida a los cabralenses.
Con este resultado el complemento iba a tener otro color. Y así fue.
Si bien es cierto que en lo futbolístico mucho no mejoró, las expulsiones y el empate de visitante entregaron un final atractivo.
La roja inexplicable a Ignacio Negrini le dio a los dirigidos por Leonado Comba el envión necesario como para buscar el empate. Y a pesar de que el gol no llegó con un disparo de Mansi, que fue tapado por varias camisetas locales, el tanto se daría a los 34'. Luego de un tiro de esquina, Luciano Luppo apareció por el segundo palo y empujó el esférico para el 2 a 2.
Los últimos diez minutos fueron para el infarto. Las expulsiones de Rivera y Luppo le dieron al juego un matiz interesante. Ambos buscaban el arco rival y los espacios hacían que las situaciones aparezcan.
Entonces, Colón tendría una chance clara en los pies de Fernández (ingresó por Luque) pero su derechazo se fue cerca del travesaño. Federico Tottis, también tuvo las suyas con un tiro libre que le reventó las manos a Merani, y con una aparición por izquierda, que terminó dando en el uno local.
Yrigoyen contó con un disparo de Rodríguez que hizo trabajar a Giraudo cuando parecía que se metía.
Finalmente, no hubo vencedores ni vencidos y tuvieron que repartir honores, aunque a decir verdad, el punto le cayó mejor a Colón.
La figura
Maximiliano Burello tuvo una tarde interesante. Fue el mejor de la línea defensiva de Hipólito Yrigoyen. Además de convertir el 1 a 0 de cabeza, se mostró firme en el fondo y ante cada pelota parada a favor, siempre llevó peligro.
El árbitro
Rubén Echenique estuvo correcto a la hora de las amonestaciones. Se equivocó en la expulsión de Ignacio Negrini. Acertó en las rojas de Luciano Luppo y Diego Rivera, ambas por doble amarilla.
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