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Accastello participó del lanzamiento de la corriente Martín Güemes en Cosquín |
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Escribe: NET
¿Dónde está el punto límite en la estrategia guerrera de los últimos tiempos? ¿Hay un punto límite?
La dirigencia política ha ingresado a un combate que parece, hoy por hoy, no tener retorno. El oficialismo pelea palmo a palmo su espacio bajo la bandera de sus consignas populares y la oposición utiliza la misma táctica aludiendo a la “defensa de la República”.
Así están las cosas. Lejos de la posibilidad de diálogo, lejos de la búsqueda de consensos. Los unos contra los otros.
No es nuevo. Sin duda, estos enfrentamientos han formado parte permanentemente de las disputas por el poder.
El problema es que las mismas prácticas persisten a través del tiempo. No se renuevan. Y, las soluciones para los problemas más acuciantes se dilatan, se elevan, se arrastran por las calles sin encontrar el eco necesario en todo el espectro político.
El escenario electoral de 2011 ya se muestra en toda su magnitud. Y nuevamente comienza a asomar el deja vu.
Esa sensación de “ya lo hemos visto, ya lo hemos sentido, ya lo hemos vivido”.
La historia se repite
El peronismo salió al campo de batalla con armas similares a las de años atrás y atrás. El intendente Eduardo Accastello ya está en el ruedo, y cada vez con mayor fuerza, en la carrera a la Gobernación.
Al pie de la montaña en tierra de festivales, participó del lanzamiento de la corriente nacional kirchnerista Martín Güemes.
En Cosquín, junto a Luciano Di Cesare, clavó la lanza y le dio un soplo más a su pelea con el gobernador Juan Schiaretti. La misma pelea que tuvo en la elección de 2007, cuando salió a buscar una interna y terminó “acordando” y olvidando rencores.
La historia se repite. Con algunas variantes. Hoy, Accastello es el hombre elegido por Néstor Kirchner en Córdoba. Es uno de los pilares para avanzar sobre el justicialismo cordobés en manos de dos históricos: José Manuel de la Sota y Schiaretti.
Será el que estará al lado de Kirchner, el próximo 13 de mayo en el acto de Forja, y al que están impulsando con toda la caballería para la Casa de las Tejas.
La ex senadora Haydeé Giri (delasotista devenida a K) afirmó en Cosquín que el mejor candidato es Accastello, mejor que de la Sota.
¿Realmente creen que Accastello puede ganar las elecciones en esta provincia, o sólo buscan posicionarse para un acuerdo futuro?
Esta película ya la vimos. No se puede descartar que en pocos meses estén todos abrazados y las armas se guarden para una próxima elección.
Así están las cosas.
En la otra orilla
En el plano opositor, la guerra se plantea sin pausa con las denuncias. La corrupción es y seguirá siendo el caballito de batalla de una oposición que tampoco ha encontrado variantes ingeniosas en su relación con la ciudadanía.
La pulseada en el Congreso y la crítica constante no permiten ver un plano diferente para quienes ansían un cambio. El cambio lógico en toda vida democrática.
Los principales partidos de la oposición no han dado señales aún de tener ideas claras de cómo llevar adelante un gobierno, resolver las problemáticas y manejar la vocación de poder del peronismo.
Tampoco surge claramente un perfil que contraste con el estilo “confrontador” que tanto critican.
Así están las cosas y posiblemente nos encontremos en 2011 con pocas opciones a la hora de elegir a nuestros representantes.
Y, sigamos sintiendo el deja vu.
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