Tres convictos con antecedentes penales computables fueron condenados ayer en la Cámara del Crimen de Villa María.
Se trata de Marcelo Fabián Pérez (de 27 años), Fernando Ezequiel Gianinetto (24) y Gastón Jorge Castro (28), quienes fueron juzgados por un incidente registrado el 29 de julio de 2009 en una quinta de Villa Nueva, propiedad del padre del conocido futbolista Mauro Rosales.
Los tres presidiarios, quienes fueron declarados reincidentes, llegaron a juicio imputados como presuntos coautores de los delitos de “resistencia a la autoridad”, “lesiones leves” y “tenencia ilegal de arma de guerra”, cometidos durante un operativo policial llevado a cabo en el barrio Villa Golf de la vecina ciudad.
Sin embargo, a poco de comenzada la audiencia de debate, Pérez admitió que había sido él quien llevó el arma a la quinta dos días antes del hecho, por lo que sus compañeros de andanzas sólo respondieron por los otros dos ilícitos.
Así, Gianinetto y Castro recibieron penas de seis meses de cárcel por resistirse al arresto y lesionar a los uniformados que los detuvieron, aunque dichas condenas debieron unificarse con parte de otras que habían recibido en otros procesos judiciales.
En definitiva, Gianinetto fue sentenciado a dos años y 10 meses, y a Castro se le aplicó una sanción de dos años y ocho meses, que deberán cumplir casi en su totalidad. Sólo podrán acceder al beneficio de la “libertad asistida” seis meses antes del cumplimiento total de las penas.
Por su parte, Pérez fue condenado por los tres delitos y se le impuso una pena de dos años de prisión, que finalmente se unificó en tres años porque también adeudaba parte de una sentencia anterior.

El hecho

La noche del 29 de julio del año pasado, un vecino del barrio Villa Golf de Villa Nueva escuchó ruidos en la quinta de Rubén Rosales (papá del futbolista villamariense, actualmente en River Plate), por lo que dio aviso a la Policía ante la presunción de que se estuviera cometiendo un robo.
Cuando los uniformados arribaron al lugar, encontraron a los tres sujetos escondidos en el baño. Y cuando quisieron darse a la fuga -cosa que no lograron- se resistieron al arresto golpeando a los efectivos.
Los tres estaban en el interior de la quinta supuestamente autorizados por algún familiar del dueño de casa, toda vez que no se les imputó el delito de “violación de domicilio”.
Durante el procedimiento se secuestró un revólver calibre 44.40 (considerado arma de guerra) que se encontraba sobre la cama del dormitorio. De ahí que el delito endilgado fue por “tenencia” de arma de fuego y no “portación”.

Otros detalles

Pérez, alias “Pipino”, registra una condena anterior a seis años de prisión, dictada por la Cámara del Crimen local, mientras que Castro fue sentenciado por el mismo tribunal a seis años y medio de cárcel. En tanto, Gianinetto tiene como antecedente una sanción de siete años impuesta por la Justicia de Río Cuarto, en todos los casos por delitos contra la propiedad.
Detenidos desde el 29 de julio pasado, los tres convictos reincidentes podrán recuperar la libertad -con buena conducta- seis meses antes de alcanzar la totalidad de las penas impuestas. Castro estará en condiciones legales de dejar el penal de barrio Belgrano a fines de setiembre de 2011, Gianinetto en los últimos días de noviembre del mismo año y Pérez a fines de enero de 2012.
El juicio fue presidido por el camarista Héctor Fissore y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y del abogado Marcelo Martín Silvano (ejerció la defensa de los tres condenados), mientras que la secretaria actuante fue Gabriela Sanz.