La idea de hacer de la producción agropecuaria “un todo” incluido en el manejo, la capacitación, la adopción de tecnologías, va de la mano de un proyecto productivo, de crecimiento, la oferta de calidad y especialmente, de lograr la industrialización agropecuaria, el Valor Agregado en origen, para que sea realmente generador de riquezas repartidas, ya que este sistema generaría muchos puestos de trabajo genuinos, y los productores estarían mucho más cerca de los precios en góndola, las regiones crecerían en su desarrollo y economía, y las ventas por productos elaborados interna y externamente, generarían mayor riqueza al país.
Todo ello, además de un modelo político de producción a mediano y largo plazo, requiere de cambios en formas y normas para todo tipo de producción, optimizando la misma en todos sus aspectos, y comienza desde el lugar donde se producen los alimentos primarios, los como y los cuando. Para ello, en estas Jornadas, las primeras Nacionales en Forraje Conservado, realizadas en el INTA Manfredi días atrás, se mostró que el silaje es una parte muy importante del gran engranaje, y se le debe prestar la debida atención, como a cada uno de los eslabones de la producción agro alimentaria.

En origen

El modelo productivo argentino, se dijo desde Precop II, hace que el productor primario se quede aislado del resto de la cadena de agregado de valor, situación que no se produce en los países desarrollados, donde día a día estos se integran verticalmente a la cadena agroindustrial.
Por lo que esta propuesta, consiste en que los productores primarios de cereales, oleaginosas, leche y carne de todo tipo (vacuna, aviar , porcina, etcétera, etcétera) integrados a la cadena se asocien bajo una figura jurídica con alto espíritu cooperativo, con reglas claras y distribución de renta pactada, controlada y transparente, ya que el objetivo no es solamente crear una gran empresa integrada por el sector de la producción primaria, sino que además pretende, junto a otros actores de la comunidad, generar capacidades y habilidades que le den un importante valor agregado a la materia prima que se produce en origen.
Para ello, los productores primarios de granos, integrados a este tipo de empresas, deben acceder a la mejor tecnología, o sea a la mejor genética, orientada para procesos industriales específicos, el mejor manejo de cultivos e insumos, la mejor eficiencia de cosecha y post cosecha, entre otros factores tecnológicos. Esto se logra con u buen asesoramiento público-privado, con escala de compras de insumos comunitarios, evaluados por equipos técnicos de excelencia.
Todo esto llevado a cabo, será un proceso que producirá demanda de mano de obra, inclusión social, y desarrollo regional.

A tener en cuenta

-Uso de silajes en la intensificación de los sistemas de producción de carne: la principal característica de los silajes de maíz y sorgo, que favorece su utilización en la producción de carne bovina, es su alto potencial de producción de forraje de alta calidad. Este aspecto es de fundamental importancia para la intensificación de los sistemas productivos de carne, ya que uno de los objetivos es el aumento de la carga animal, sin disminución de las ganancias de peso individuales, lo que permite además un mayor grado de utilización de las pasturas durante el su ciclo de crecimiento con efectos directos sobre la productividad total del sistema.
Maíz y sorgo, análisis de factores para las estrategias productivas: En la mayor parte del área productiva Argentina, se comprueba que las precipitaciones durante el ciclo de los cultivos no cubren los requerimientos de uso consuntivo de los mismos, y que el aporte de nutrientes, por parte de los suelos, puede condicionar además una baja eficiencia en el uso del agua.
El desafío, es hacer más eficientes los sistemas mixtos, lo que implica adecuar los recursos y las prácticas agronómicas a los requerimientos de los cultivos y la aptitud del suelo.
El aporte a este tema en las Jornadas, estuvo orientado a considerar los aspectos relacionados con la producción del maíz y el sorgo, trabajando en la conducción de distintas líneas de investigación, sobre la que se explayaron los profesionales, que comprende le manejo de agua, nutrición nitrogenada, diagnóstico y fertilización, influencia de las napas, oportunidades y amenazas, uso de efluentes de tambo en maíces y sorgos y ajuste de tecnología por ambientes (genética, densidad, nutrición).