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Carlota Molina y Juan Carlos Seia en un momento de la charla en el jardín “Froebel” |
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El intendente de Villa Nueva se comprometió a hacer las gestiones necesarias para devolver la fuente francesa de la plaza Capitán de los Andes a su emplazamiento original.
Así lo hizo saber el Ateneo La Posta, luego de que una de sus integrantes se reuniera con el jefe comunal Guillermo Cavagnero.
Según lo informado por la entidad, Cavagnero recordó que su municipio está atravesando serias dificultades financieras, pero que las obras para remplazar la fuente no requieren inversiones importantes, por lo que en principio el ornamento podría reinaugurarse el 7 de octubre en ocasión de un nuevo aniversario de la vecina ciudad.
Por otra parte, el viernes pasado Carlota Molina, miembro del mencionado ateneo, junto a Juan Carlos Seia, periodista de EL DIARIO, visitaron el jardín de infantes de la Escuela República de Bolivia para relatar a los niños la historia de la añosa fuente, que ahora está en poder del médico villamariense Luis Seggiaro.
Los comentarios de los visitantes fueron apoyados por reproducciones de las notas publicadas en nuestro medio sobre el tema, y matizados con una canción que, casual y curiosamente, alude a una fuente que instaló una municipalidad.
Las docentes del jardín, llamado "Federico Froebel" se comprometieron a hacer una ronda en torno a la fuente, cuando ésta vuelva a su lugar, de donde falta desde 1958.
El Ateneo La Posta de Villa Nueva hizo público hace un mes su deseo de que la fuente se reinstale, una vez que descubrió el lugar donde el objeto pasó el último medio siglo: una casa quinta de la familia Seggiaro.
Era la mayor de cinco fuentes que engalanaban la plaza hoy llamada Capitán de Los Andes, antes de su remodelación en el año 1958.
La pieza habría llegado al país junto a muchas otras de igual belleza, algunas de las cuales sirvieron para enaltecer los jardines de la Estancia Cárcano.
Los historiadores de la vecina localidad creen que las otras cuatro se desarmaron, se rompieron y se perdieron. La restante, que estaba en el centro de la plaza, fue adquirida a la comuna por el médico e historiador Luis Seggiaro, quien la hizo restaurar.
El Ateneo en un documento, afirmó que “Villa Nueva perdió algunas de esas cosas que son bienes culturales”.
“Y no es cuestión de nostalgia el querer recuperar aquellas que no se perdieron definitivamente, no son meros sentimentalismos, sino que cuando algo se pierde, se pierde parte de nosotros, de nuestra identidad”, explica la nota, para agregar que “Villa Nueva y Villa María se han unido y nos congratulamos desde el fondo de nuestros corazones. Se han unido para un gran acontecimiento: la celebración del Bicentenario”.
Y enseguida expresa que “esa unión representa una gran oportunidad para materializar esta unión y que por ello se haga fuerte, tan fuerte como para que no se rompan esas ligaduras jamás”.
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