Uno de los testigos aseguró que, al menos, “dio siete tumbos antes de quedar en el cantero central” de la autopista Villa María-Córdoba.
El estado de la Ford Ranger es harto elocuente. En el vehículo, dominio FFW 522, viajaban cinco personas, tres de las cuales perdieron la vida cuando ayer tarde, por alguna razón que no se conoce, quedó sin control, se despistó a toda carrera, dio un par de vuelcos, pegó contra un alcantarillado, se levantó por el aire y volvió a dibujar varios tumbos, para quedar destrozada entre los dos tendidos pavimentados.

s Las víctimas

Los muertos fueron identificados como Ariel David Pereyra, de 31 años de edad, la niña Candela López Agusti, de 9, y Eugenio Esteban Viamonte, de 41, todos radicados en Marcos Juárez, hacia donde se dirigían.
El oficial Garnero, a cargo del caso, precisó en el informe proporcionado a EL DIARIO que cuando arribó al lugar del siniestro personal de la Policía Caminera encontró esparcidos los cuerpos de tres personas: Pereyra y la pequeña Candela, ambos fallecidos, además de María Fernanda Agusti, de 31, madre de la niña, quien estaba herida, por lo que inmediatamente fue trasladada a un nosocomio de James Craik.
En tanto, en el interior de la cabina de la pick up, los efectivos policiales encontraron heridos, en el asiento del acompañante, a Viamonte, y en el asiento posterior, a Pedro Walter Oroná. El primero fue llevado con vida al Hospital Zonal de Oliva, donde posteriormente dejó de existir; mientras el segundo, también fue trasladado al centro asistencial craikense.

s El hecho

El accidente se produjo a la altura del kilómetro 603 de la autopista, alrededor de las 16.30, cuando la Ford Ranger que había partido de Villa Carlos Paz se dirigía hacia Marcos Juárez.
Todos sus ocupantes retornaban de la villa serrana donde habían asistido a un certamen de fútbol infantil.
Sin que se conozca fehacientemente las causas del siniestro, se estimaba que el rodado se desplazaba a alta velocidad, hipótesis que era sostenida por quienes valoraban las características del episodio, sobre todo la serie de vuelcos que efectuó el automotor.
El luctuoso accidente obligó a la participación de efectivos policiales de Oliva y James Craik, segmento en el que se produjo el hecho, punto al que también convergieron ambulancias y unidades de Bomberos, a la vez que obligó al corte parcial del tránsito sobre la autopista.
El corredor vial fue rehabilitado totalmente luego que la fiscal de Instrucción de Oliva, interviniente en la causa, ordenó el levantamiento de los cuerpos y el secuestro del rodado, resolución que se produjo luego de realizarse los peritajes de rigor.
Pudo saber, además, que luego de las primeras asistencias médicas en James Craik, las dos personas sobrevivientes fueron derivadas al Hospital Regional Pasteur de Villa María, donde se informó que Oroná presenta traumatismo de cráneo leve, mientras que María Fernanda Agusti sufrió fractura de pelvis y hematomas en ambos ojos.