Maíz Flint, pisingallo, trigos especiales, girasol confitero y maní alto oleico, fueron las opciones que se evaluaron en la Jornada de Cultivos Especiales que contó con 20 disertantes y más de 200 asistentes, entre técnicos, profesionales y productores de distintos lugares del país.
Las “especialities”, como se conoce a los cultivos especiales, son alternativas a las commodities de trigo, maíz, girasol y sorgo y, generalmente, al inclinarse por estos cultivos, los productores lo hacen con un contrato previo, que les garantiza la venta de los mismos.
Carlos Seggiaro, especialista en economía agraria, trazó el escenario pos crisis. El economista sugirió "conveniente adquirir los insumos que están en dólares hoy, ya que se producirían subas de estos productos en esa moneda".
Seggiaro consideró que hay "una buena posibilidad para los cultivos especiales, porque no están en la mira del Gobierno ya que son de poco volumen", pero recomendó "ir más allá en la comercialización y en la industrialización de la materia prima para vender en el exterior los productos, directamente".
En el encuentro hizo su presentación en sociedad la Cámara de Exportadores y Procesadores del Maíz Pisingallo (CAMPI).
El maíz pisingallo se usa para elaborar "pop corn" o pororó y Argentina es el primer exportador mundial, y al tratarse de un bien de demanda inelástica debe cuidar la armonía en la cadena, ya que pequeños sobrantes en el mercado pueden tirar abajo los precios, según indicaron.
Dos miembros de la CAMPI, el ingeniero Carlos Tovagliari y el licenciado Sergio Casas, dijeron que “la entidad nace en 2005 con el fin de integrar la cadena de valor, mejorar el estándar de calidad porque pensamos que el mejoramiento de estándar contribuye al agregado de valor de la argentina al exportar".
La Cámara está integrada por 14 empresas que son socios activos y se han agregado productores que son "los que nos proveen granos”.
"Tenemos que producir para los mercado de destino exactamente lo más ajustados en cantidad y calidad lo que estos mercados requieren, si nosotros como operadores y formadores de precios excedemos un volumen de 70 mil hectáreas estamos afectando toda la cadena de valor”, explicaron.
En una presentación referida a las opciones agroecológicamente sustentables, el ingeniero Américo Degioanni del Area de Ecología Vegetal de la Facultad de Río Cuarto, explicitó que "en el centro-oeste y sur de Córdoba y centro de San Luis, sobre una base de 2.560 cultivos reconocidos por la FAO, se pueden estar cultivando de 300 a 400 especies."
Tiempo de legumbres y seudocereales
Garbanzo: “El cultivo del garbanzo es una alternativa para hacer en invierno en Argentina, esto no quiere decir que en otros países no se pueda hacer en primavera, pero en este país todas las condiciones agroclimáticas para su cultivo se dan en invierno”, dijo la ingeniera Julia Carreras, de la Universidad Nacional de Córdoba.
"En 2001, Córdoba no tenía superficie de siembra, pero a partir de nuevas variedades (entre ellas Norteño y Chañarito), que pueden participar en los sistemas de rotación, incluyendo la siembra directa y en asociación con productores ("ellos han puesto el paquete tecnológico y nosotros el paquete genético”, dijo Carreras), el cultivo ganó terreno". “En la campaña 2009 ha habido 10 mil hectáreas en Córdoba y otras 5 mil que están en el norte del país”, puntualizó.
Agregó que desde el punto de vista comercial "nuestros compradores pueden ser Brasil o los países de la Cuenca del Mediterráneo, tiene todo los atributos para ser exportado, tiene un muy buen precio que está en un promedio de 4.000 dólares la tonelada como algo que puede ser mucho mejor pero para nosotros es bueno porque lo sacamos en invierno. "Las fortalezas del garbanzo son: que puede participar en los sistemas de rotación, que tiene poco requerimiento hídrico, aporta nitrógeno al suelo y al ser un producto que va a un plato de comida por lo que uno le puede dar un valor agregado y que se logra con 300 milímetros de lluvia, para regiones de Córdoba, el NOA y NEA, puede llegar a los 400 dólares la tonelada de margen bruto", dijo Carreras.
Amaranto: a su turno, el ingeniero Guillermo Peiretti de la Universidad Nacional de Río Cuarto, se refirió al Amaranto y explicó que es un seudo cereal precolombino, de más de 6 mil años de antigüedad, resistente a condiciones de clima semiárido, que se adapta a los campos más pobres de la provincia. "Beneficia la rotación de cultivos, especialmente desde el punto de vista de las condiciones de suelo y en lo que respecta al control de plagas y enfermedades que se focalizan en las especies cultivadas en la región", indicó.
Entre otras cualidades, el amaranto "se destaca por una amplia adaptabilidad a ambientes semiáridos a áridos, ambientes con bajas precipitaciones, se adapta a la tecnología de cultivos extensivos, tiene una gran capacidad a enfermedades, no requiere suelos demasiados fértiles y se lo destaca por la gran nutrición de su grano, la proteína es superior a la de los cultivos extensivos tradicionales y es una proteína de muy buena calidad nutricional con balances de aminoácidos esenciales que podrían considerarse excelentes".
Maíz flint y el girasol, con ventajas
El licenciado Guillermo Goldaracena, gerente de marketing de una empresa que domina el mercado de semillas de girasol confitero, disertó sobre este especialitie, que se destina en un 5% para consumo interno y el 95% va a exportación. “Es una especialidad para el mundo pero que en definitiva para el productor tiene las misma características que el girasol aceitero o el común”, comentó.
"El girasol confitero tiene un área de 50 mil hectáreas y la diferencia con el girasol tradicional es el tamaño del grano", añadió.
Por su parte el ingeniero Cristian Rossi, técnico de ACA (Asociación de Cooperativas Argentinas) disertó sobre el negocio del Maíz Flint, Maíz Plata o colorado duro, que propone la entidad. “Nosotros en el mercado somos el principal exportador de Maíz Flint, todo está orientado hacia exportación. El negocio que traslada ACA a las cooperativas esta orientado al productor, donde le damos un paquete de insumos con una financiación a cosechas que tiene su valor importante en el cultivo del maíz, con la facilidad de la bonificación que trasladamos para que el productor pueda pagar ese paquete. Es viable en aquellas zonas donde el maíz ande bien, la diferencia es que el potencial de rinde es menor que un maíz amarillo MG, lo que hace es que en zona donde el rinde de maíz sea bajo este cultivo puede tomar fuerza por el ahorro de insumos y la bonificación”, explicó Rossi.
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