Escribe: Jesús Chirino
Desde hace un tiempo vecinos e instituciones villanovenses vienen trabajando para que una de las cinco fuentes, que engalanaron la plaza actualmente denominada Capitán de los Andes, sea restituida a su lugar. Desde el Ateneo La Posta se ha ido originando un movimiento de opinión que recoge apoyos tanto de prestigiosas instituciones como de villanovenses que, desde diferentes lugares del mundo, hacen conocer su acuerdo con la iniciativa. Para hablar de la importancia del rescate que podría llevar la fuente a la plaza central de Villa Nueva, hablamos con Carlota Molina de Moreno, del Ateneo La Posta.
Testimonio de una época
Llegamos a la casa de Carlota, en calle Deán Funes, con una foto de la fuente principal obtenida en el año 1947, la cual ilustra esta nota. En la gran casona se respira un perfume que suma esencias del pasado con aromas de venturosos porvenires. Esa relación entre lo sucedido y aquello por acontecer es algo presente en el empeño por restituir la fuente que actualmente se encuentra en la quinta de la familia de Luis Seggiaro quien ha manifestado su predisposición a que la misma vuelva a engalanar la céntrica plaza de Villa Nueva.
El valor de la preservación y/o rescate del Patrimonio urbano emerge de la importancia que posee como testimonio de fenómenos culturales del lugar. Pone en evidencia una identidad cultural que se torna tangible en el paisaje urbano, reflejando la memoria, la conciencia y la relación que la comunidad establece con el pasado desde el presente.
Carlota es muy clara cuando enuncia los motivos que justifican el rescate de la fuente. Dice: “pienso que es parte del Patrimonio de Villa Nueva. El Patrimonio arquitectónico que ya no tenemos, estamos quedándonos sin él. Pienso que tiene un valor artístico importante por el hecho de haber sido traída de Francia. En esa época, en los primeros años del siglo XX, había gente muy pudiente, de mucho dinero en Argentina, y había como un delirio sobre este tema de las obras de artes francesas. Supuestamente en un viaje desde Europa que traía estas bellezas, traían también las de la estancia de Cárcano. En estos días he tenido conocimiento que existe una fuente, sino igual, bastante parecida en la estancia de Cárcano. Voy a tratar de confirmarlo, porque inclusive tendría inscripciones y así podríamos saber en qué año las trajeron”.
De principios del Siglo XX
Estudiosos de la historia de Villa Nueva calculan que la fuente habría sido colocada alrededor del año 1920. Esto surgiría a partir de una fotografía en la que está retratada, junto a la fuente, Anita Puente, fotógrafa que según dice Carlota “nos ha brindado a través de su familia, porque ya hace bastante que falleció, todo ese archivo de fotos que tenemos de la Villa Nueva esplendorosa de esa época. Allí –en la fotografía de la fuente- ella tendría seis, siete años, quizás ocho. Entonces con los familiares, con la gente, con el chico Puente que trabaja en la Universidad, que nos ha ayudado muchísimo en este tema, establecimos más o menos esa fecha, de 1920, quizás antes porque las casuarinas están bastante altas”.
La fuente de la fotografía, en la actualidad instalada en una casa quinta de Villa María, formó parte de un conjunto de cinco que estuvieron en la plaza. Las otras habrían sido de menor envergadura y todas tenían diferentes ornamentaciones. Ante el interrogante de cuándo fueron retiradas la señora de Moreno dice que fue “en 1958, cuando se produce el cambio de gobierno, vino un Gobierno constitucional el del frondisismo. El señor Morelli era el intendente. Lo que no podemos precisar ciertamente es si fue en esos dos primeros años, porque ya en el sesenta hay un Gobierno de facto y nosotros no hemos querido, de ninguna manera, presionar al propietario de la fuente, que siempre ha tenido muy buena voluntad para que nos dijera cuál de los intendentes se la dio. Si el intendente constitucional que era Morelli o el de facto. El dijo que el intendente se la entregó y le firmó un papel que la pagaba. Así fueron las palabras del doctor Seggiaro”.
Retorno a la plaza
Carlota se proyecta al futuro y piensa que “luego que pase la fiesta del 25 de Mayo y nos tranquilicemos un poco, pasado ese primer momento del Bicentenario nos quedará todo el año para trabajar” sueña que para el mes de octubre la fuente esté de nuevo en la plaza. Dice tener mucho respeto y agradecimiento para la familia que ha cuidado de la fuente todos estos años, agradece todo el apoyo manifestado por Internet. La entusiasma que muchos jóvenes apoyen mediante mensajes por Facebook, “algo vamos a hacer para que esa gente joven participe” dice a la vez que señala “todos los que se han comunicado están bastante entusiasmados”.
En cuanto al lugar de la plaza en la que debería instalarse la fuente manifiesta que “lógicamente en el centro de la plaza no va a poder estar pero hay otro espacio. Es donde estuvo el primer monumento a San Martín que hizo Armando Fabre, en el año `50, en el pasillo que va del centro hacia la calle Deán Funes”. Dice que para la gente del Ateneo La Posta sería el lugar adecuado pero igual saben que también pesarán las opiniones de los profesionales y las autoridades que intervengan en la concreción del hecho. Carlota es muy clara cuando manifiesta que “no hay que apresurarse, hay que hacer bien las cosas…”. Desde el municipio de la ciudad pareciera haber buena voluntad, podría concretarse en acciones.
Por el entusiasmo de la gente del Ateneo La Posta , las manifestaciones tanto de la Intendencia como de la familia Seggiaro y el apoyo de vecinos de Villa Nueva parece ser que la fuente francesa, sin desplazarse un centímetro de su enclave actual, ha iniciado el viaje hacia la plaza. Quién sabe, quizás el 7 de octubre, para el aniversario de la ciudad, los vecinos festejen con la fuente en la plaza.
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