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Wansidler dijo que en los últimos siete años la educación de adultos comenzó a ver que es él el actor estratégico que tiene que intervenir en el territorio para decidir los destinos |
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Gustavo Javier Wansidler es coordinador Nacional de Educación Superior de tecnicaturas humanísticas y sociales, pertenecientes al Ministerio de Educación de la Nación. Integra el movimiento campesino santiagueño como coordinador educativo, tiene una cátedra en la Unión de Trabajadores Secundarios y es el secretario Académico de la Cooperativa Primogenia, una cooperativa socio-cultural.
Tras disertar el viernes en el exitoso Primer Congreso de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, en Villa Nueva, dialogó con EL DIARIO y planteó tres cuestiones. Primero, dijo que hay que “empezar a pensar al establecimiento educativo no para adentro, sino capilarizado con el territorio”.
“No puedo jugar dentro del aula, sino en el territorio donde se emplaza la propuesta educativa. Ver cómo dialoga con las organizaciones”, señaló.
En segundo lugar, llamó a “empezar a descubrir que el adulto y el adolescente es el protagonista del tiempo; no es una botella vacía para que se la llene de conocimiento, sino que a partir de haber construido conocimientos y de la formalización en el ámbito educativo, pueda intervenir en el espacio territorial generando condiciones nuevas en el mismo”.
En este sentido, y en tercer lugar, brega para que “este adulto se convierta en actor estratégico en el desarrollo de su territorio, ver cómo aportar para que el adulto sienta compromiso a través de la construcción de protagonismo y protagonismo a partir de decidir, él con otros, su propio destino y el de los demás”.
En síntesis, analizar cómo se capilariza la institución educativa con el territorio, cómo la persona es un actor en este diálogo y “cómo toma el guante para intervenir en la comunidad” para modificarla.
Consultado por el diagnóstico actual, sostuvo que la educación “se está tratando de despertar” en los últimos años, “intentando correrse de la cuestión de que se viene a recibir la verdad por aquel que la tiene en el ámbito educativo” y está “pensando al adulto como actor estratégico de su desarrollo”.
¿Las claves para llegar a estos objetivos? Generar espacios comunes para discutir, subrayó el entrevistado.
“No se puede hacer una mirada sólo desde el municipio, desde el club deportivo, desde la escuela, sino que debe ser integrada, armemos una malla para poder pensar el destino entre todos, armemos una mesa y juntémonos. Discutamos qué realidad queremos para que la democracia sea realmente participativa”, concluyó.
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