Nueve mil quinientos dólares. Eso es lo que cuesta, billetes más, billetes menos, un paquete turístico para presenciar la primera fase del Mundial de Fútbol de Sudáfrica. El precio incluye pasaje aéreo ida y vuelta, estadía en hotel por 15 días y entradas para los tres primeros partidos de Argentina, sin comidas ni bebidas. Con tarifas de este calibre, a nadie sorprende que las agencias de viajes locales no hayan podido realizar ni una sola venta del producto.
“La gente que viene a preguntar los precios del Mundial, sale espantada. Las tarifas están por las nubes, y vender algo así se hace realmente complicado”, comenta Federico Pautasso, de la agencia Aspen Travels. Natalia Rivera, de CoaCor Turismo, dice haber recibido muy pocas consultas, y que sólo viajarán aquellos “que tienen mucha plata”. Algo similar opina Lorena Hernández, de Lozada-Rovere: “El Mundial de por si es un producto elitista, y más este año. Sudáfrica es un destino caro, y que si bien es turístico, no es de los más convencionales. Es lógico que las ventas sean tan bajas y que sólo puedan ir aquellos que tienen gran poder adquisitivo” sostiene. El fenómeno no es exclusividad villamariense: las demás sucursales de la empresa, repartidas por toda la provincia, experimentan escenarios similares.
Cristian Tigero, de Tigero Viajes, ensaya otra explicación: “Yo creo que, más allá de lo complicado que está para los argentinos realizar un viaje de esta magnitud, no hubo mucha difusión por parte del mismo comité del evento. Yo no sé si se debe a una falta de organización, o qué. Lo cierto es que nos han llegado muy pocas propuestas para que ofrezcamos a nuestros clientes”. Regla elemental de la economía: a menor oferta, mayores precios.

@ Alemania 2006, otra historia

Distinta situación se dio en las vísperas del Mundial de Alemania 2006. Previo a aquel torneo, las agencias locales recibieron un sin número de ofertas de paquetes y excursiones en torno al evento. “En Alemania te hacían paquetes turísticos muy completos. Nos llovían las propuestas. Allí se vendió más, y la gente consultaba y se interesaba, porque los precios eran razonables” enfatiza Tigero, para quien el Mundial siempre resulta un convite atractivo, siempre y cuando las promociones acompañen.
Pero Africa no es Europa, y resulta natural que la demanda disminuya. La menor infraestructura, poder económico y nivel de desarrollo del país anfitrión, influyen directamente sobre el aumento de precios. Gabriela Rosignoli, de Arco Iris Viajes, aporta más certezas: “Si hasta para los Juegos Olímpicos de Grecia se vendió más”.

@ Ofertas que no apetecen

Entre las pocas ofertas disponibles, figura una muy particular. Se trata de un viaje relámpago, de un día de duración, para ver el partido Argentina-Nigeria y volver apenas finalizado el encuentro. El costo: 2.930 dólares. Más de 11 mil pesos para presenciar un partido de fútbol.
Otra opción es ir por una semana, y asistir a los dos primeros cotejos del seleccionado nacional (6.833 dólares). Lo exorbitante de los precios quedan en evidencia al compararlos con los de paquetes hacia otros destinos turísticos: por caso, un viaje de 25 días recorriendo Egipto, Grecia y Turquía, ronda los 7.000 dólares, tarifa que incluye todas las comidas y hasta trayectos en crucero.
A pesar de esta coyuntura, las agentes de Musicalísimo Viajes esperan optimistas alguna venta sobre la hora: “Acá hasta los empleados del local nos han preguntado precios, pero más por curiosidad que por otra cosa. Ojalá vendamos algo, por lo menos para que se vaya uno” se esperanzan. Sería el equivalente a un gol en tiempo de descuento.