El titular de la Diócesis de Villa María abrió ayer el Congreso Nacional sobre Trata de Personas, el primero del interior del país, en la Casa de la Familia.
Casi 400 personas abarrotaron el salón de la institución situada en ruta 158, para hablar y consensuar un camino para avanzar en la lucha contra uno de los delitos más crueles.
“Acá no importan las creencias, sino trabajar por el bien de la persona humana”, expresó el obispo José Angel Rovai, quien confesó haber estado todo un día frente a la computadora leyendo noticias sobre trata. “Quedé admirado. Uno cree que vive en la realidad, pero a veces se vive en un mundo idílico”, señaló.
“Ojalá hubiera tanto respeto que no hiciera falta realizar un Congreso”, manifestó y dijo sentir “alegría” por la concreción del evento, “al que apoyé con todo lo que pude”. Al mismo tiempo, indicó que el cardenal Jorge Bergoglio “recibió esto con mucho gusto”.
Rovai permaneció durante la siesta y hoy no podrá asistir porque acudirá a la celebración del aniversario de un pueblo de la Diócesis.
En tanto, la referente de Vínculos en Red (una de las organizaciones organizadoras, junto a Cáritas), Alicia Peressutti, emitió un mensaje de agradecimiento por la fuerte convocatoria que tuvo el acontecimiento.
“El respaldo significa mucho”, afirmó y adelantó que luego que se sancione una ordenanza contra la prostitución en Villa Nueva “vamos para que suceda lo mismo en cada municipio”.
Entre la nutrida asistencia se vio al defensor del Pueblo, Ricardo Borsato, al sacerdote Gustavo Gatto, al comisario Abel García, al presidente del Concejo Deliberante de Villa Nueva, Mauro Bizzarri, entre otros.