Escribe: Federico Gazzoli
El Deportivo Argentino se tomó revancha de lo acontecido en su última visita a la “Leonera” y, en medio de un encuentro con muchos pasajes de escaso vuelo futbolístico, derrotó por 1 a 0 a Alem de Villa Nueva, en el marco de la ida de las semifinales de la Liga Villamariense.
El único tanto fue convertido en el segundo tiempo por el delantero Mauro Fuente, quien en la etapa inicial había malogrado un penal.
El inicio del encuentro fue el fiel reflejo de la jornada, horrible, ya que a los dos conjuntos les costó en demasía jugar bien por abajo, teniendo que apostar demasiado a pelotazos que tampoco llegaban a complicar sobre los arcos. Así se hacía muy difícil que pudieran dar tres pases seguidos.
La pelota volaba de un área hacia la otra y así el mediocampo, por momentos, pasó desapercibido.
Dentro de la mediocridad del comienzo, en pequeños pasajes pudo observarse claramente que Alem quería ser más protagonista con la pelota en su poder, mientras que Argentino apostaba a tratar de lastimar esperando atrás para recuperar en su terreno y salir jugando de contragolpe. Así fue que tuvo la primera chance clara cuando Claudio Andrada envió centro desde la derecha y, en su propia área, Pablo Fernández bajó el balón con la mano, por lo que Diego Gallo lo amonestó y señaló penal a favor de la visita. El encargado de ejecutarlo fue Mauro Fuente, quien quiso asegurar con un derechazo rasante, pero la pólvora del goleador estuvo mojada y el esférico reventó el palo derecho de un Sami Suárez que había adivinado las intenciones del artillero y voló para el mismo costado.
La otra clara que tuvieron los de Christian Romero llegó recién a los 39’ cuando un tiro libre de Cristian Fernández, desde el borde del área, salió muy cerca del palo izquierdo de Suárez, tan cerca que algunos se animaron a gritar gol cuando el balón en realidad dio en la cara externa de la red, lo que generó algunas confusiones.
En el segundo tiempo, el “León” salió más tranquilo, sabiendo que debería cambiar en casi todo con respecto a lo hecho en la etapa inicial si es que su deseo era ganar el partido.
Un leve cambio de actitud pudo avizorarse en los primeros minutos cuando, tras luego de varios pases a ras del piso, Diego Ceballos y Andrés Agosto intentaron sorprender (al minutos y a los 5’, respectivamente) con remates desde media distancia que por falta de puntería salieron desviados.
Otro signo positivo para los de Heraldo Pereno fue la expulsión de Nicolás Morello, en Argentino, por un cabezazo sobre Diego Acosta, lo que dejaba a los dueños de casa en ventaja numérica y hacía suponer que Alem iba decidido en busca de la victoria.
Pero el fútbol no se basa sólo en suposiciones y a los 26’ sucedió algo que algunos no esperaban tras la expulsión del jugador visitante. Claudio Grande despejó mal y hacia atrás, cediéndole la pelota a Mauro Fuente; este sacó un zurdazo tremendo que se metió en el ángulo izquierdo de Suárez, quien a pesar de haber rozado la pelota, no pudo evitar la caída de su valla.
De ahí en adelante casi todo fue de Alem, que se adelantó en el campo para ir por la igualdad, pero los de Barrio Santa Ana, aferrados a la seguridad de su defensa y en conjunto, sobre todo con las buenas intervenciones de su arquero Roberto Bazzani, defendieron la victoria y despejaron como sea todo el peligro que llegaba hasta su propia área, propinado por la numerosa cantidad de centros que los jugadores de Alem enviaron hacia ese sector de la cancha.
El visitante finalmente se quedó con medio pasaje a la final y Alem, como lo hizo Argentino y Fuente ayer, buscará su revancha en la próxima.

La figura

En los peores momentos de su equipo, Roberto Bazzani, el “1” visitante, apareció para mantener el cero en su arco, volando de palo a palo en reiteradas ocasiones o saliendo a cortar centros con certeza.

El árbitro

Buen arbitraje de Diego Gallo, quien pitó siempre con firmeza y certeza. Lo único para criticarle fue no haber expulsado a Andrés Agosto por agredir a Facundo López con un golpe de puño, estando el árbitro al lado de ambos y observando lo que sucedía.