Cuando los directivos de la empresa estadounidense Innviron arribaron a Villa María, contaron con el aval no sólo del Ejecutivo, sino de los 12 concejales que, en menos de 24 horas, dijeron que estaban de acuerdo con el proceso propuesto para tratar la basura. No hubo debate, pese a que impulsan un procedimiento para convertir la basura en energía en base a una técnica denominada gasificación, pero que, en definitiva, se basa en la incineración.
Río Cuarto, en cambio, le dio una bienvenida diferente a Innviron (que también arribó a Córdoba y otras ciudades). Fue a partir de pedidos de informes y audiencias públicas que se desarrollaron en el Concejo Deliberante de esa ciudad, que se dio lugar un debate con diferentes opiniones, como la del defensor del Pueblo de esa ciudad, Eduardo Mugnaini.
El funcionario rechaza en primer término la posibilidad de incinerar los residuos que propone Innviron por la emisión de gases que producen el efecto invernadero, que el mundo está tratando de disminuir. Asegura también que el proceso de conversión de la basura en energía es poco eficiente y contamina más que una central nuclear.
Agrega que “la reducción de los residuos por incineración, resulta una alternativa sólo para sociedades con alta tasa de generación de residuos y escaso territorio, situación exactamente opuesta a la que presentan Río Cuarto y región”.
Además, afirmó que el actual enterramiento sanitario “no parece ser el gran problema ambiental de Río Cuarto, máxime si se agregarán alternativas como la selección y el compostaje de la basura, minimizando los volúmenes enterrados”.
Finalmente, aporta un dato ideológico en el que funda su posición contraria a la privatización a ultranza de servicios porque está “probado no ser la solución a la crisis financiera de los estados, la que se debe resolver con mayor presencia del mismo, máxime en servicios ambientalmente críticos como los de la higiene urbana”. Opiniones que se vertieron en un debate que Villa María no tuvo y que le acercamos a través de las páginas de EL DIARIO.