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Walter Aramayo, ingeniero especialista en biocombustible |
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Walter Aramayo, especialista en biocombustibles y miembro del Centro de aplicabilidad de las Energías Renovables (CAER) estará el próximo 2 de junio disertando en la Regional Villa María de la UTN sobre dos temas de interés para profesionales y público en general: el primero es sobre las consecuencias de los biocombustibles de mala calidad en los vehículos y el segundo, sobre los métodos para reciclar el aceite de autos para reutilizarlo.
En diálogo con EL DIARIO, el ingeniero Aramayo dijo que está notando “que la mezcla del 5% de biocombustibles en naftas y gasoil -exigida por ley a partir del 1 de enero de este año- debe ser más controlada para evitar que provoque daños en los vehículos”.
El efecto en los automotores se genera porque el porcentaje de mezcla suele ser superior al establecido por ley o bien, porque el proceso de elaboración no ha respetado los cánones de calidad fijados en las normativas vigentes.
“Por ejemplo, en el caso de las naftas, si agregan más del 10% de bioetanol, hay que modificar el sistema de inyección de los automotores”, dijo.
¿Cómo saber si la calidad del combustible es buena? Según Aramayo, la principal recomendación es cargar en estaciones de servicio de bandera. “Son más confiables y tienen más controles que las llamadas ‘blancas’”, indicó.
Además, afirmó que la UTN está interesada en tener un banco de pruebas para medir la calidad de los naftas y gasoil que contienen biocombustibles. “Eso dará tranquilidad a muchos”, agregó.
“Los ácidos grasos libres, las aguas libres y los residuos de glicerina, entre otros, provocan corrosión, carbonización y envejecimiento prematuro del automotor”, indicó.
Es por eso que con el CAER están dando charlas en distintos puntos del país a los efectos de concientizar sobre la importancia de la calidad y cantidad de los biocombustibles. “No es el biocombustible lo que daña a los autos, sino la mala elaboración”, enfatizó.
Hay tanto avance de la elaboración del producto que en algunos países, como Estados Unidos “hasta se hacen con grasa humana”, dijo.
“Por ejemplo, un médico de Beverly Hills que hace liposucción, reunía 11.500 kilos de grasa en una semana. No lo dudó y se puso a producir biocombustibles que llamó lipofull”, señaló. Por supuesto, lo prohibieron porque no se puede manipular “residuos” humanos.
Aceites, a los autos
Como adelanto, Aramayo dio a conocer que desde la Cámara de Productores de Biocombustibles le dio a conocer que sería inminente “que la ley se modificara para establecer un 10% de mezcla y no un 5%”, como es en la actualidad.
El motivo es que hasta un 10% no es problemático para el automotor y el segundo “es que todos los aceites que quedaron varados porque China no los recibe, podrían utilizarse para aumentar la producción de biocombustibles”.
Reciclado
El otro tema de interés que aborda el especialista es el del reciclado de aceite. “No sólo el comestible, sino también el de autos se puede volver a usar haciendo un proceso sencillo y casero que permite obtener ventajas económicas y ecológicas”, indicó.
La charla será abierta a todo público, es sin costo y comenzará a las 19, en el aula magna de la UTN de esta ciudad.
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