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Fernando de Goycoechea

Con minutos de alta intensidad, el último campeón del rugby cordobés derrotó a La Tablada por 18 a 14, extendió un partido más su racha de victorias y se mantiene como único invicto de la Copa Kadicard 2010.
Nada resulta fácil para los discípulos de Juan Pigni. Es que todos quieren ganarle al campeón y para ello afilan al máximo sus propuestas de juego.
Ayer no fue la excepción y el subcampeón 2009, además de vengar su derrota en la final del Chateau, llegó a Villa María tratando de sostener su paso arrollador por la presente edición de la competencia, poniendo en práctica lo mejor de su libreto.
A pesar de los lauros que le antecedían, los de barrio Urca no pudieron encontrarle la vuelta al dueño de casa y a pesar de un esfuerzo conmovedor, se volvieron a Córdoba con las manos vacías.
Frente a ellos, el “quince” hípico no hizo ni más ni menos que lo que ha hecho en las cuatro “finales” que han protagonizado en el correr de este campeonato.
Precisión y mucha fortaleza física a la hora de imponer la defensa sumado a una cada vez más aceitada dinámica (por aire y tierra) en el ancho de la cancha, llevaron otra vez al “verde” a un nuevo tercer tiempo de puro brindis y festejo.
El próximo fin de semana, el conjunto campeón tendrá otro compromiso exigente, esta vez frente a su homónimo de barrio Jardín.

Golpe a golpe

Fiel a lo que se esperaba, la primera parte del duelo tuvo todo lo que se espera de un choque entre rivales que se conocen minuciosamente.
Con Nicolás Ferreyra y Ramiro Pez como principales ejes, el partido se jugó en el lugar que ellos elegían.
Por supuesto sus compañeros le fueron en zaga y las patadas posicionales ocuparon buena parte de la etapa.
Con intención clara de arrinconar a su oponente, unos y otros iban develando sus planes.
Con muchas dificultades para progresar y para tener opciones claras desde las formaciones fijas, los “azulgranas” debieron conformarse con la precisión de Gastón Revol (dos penales).
Jockey, en tanto, ostentando un fuerte predominio en el line y en la penetración por el costado de las formaciones, encontró aire para sus aspiraciones de try.
En la mejor jugada ofensiva del primer capítulo, los dueños de casa movieron (durante varios minutos) la guinda hasta encontrar en la potencia de Rodrigo Bruno la definición.
Más tarde, Ferreyra elevaría las cifras definitivas del parcial a favor de la escuadra local.

Sin final

Mientras todos esperaban la lógica reacción del poderoso equipo cordobés, los conducidos por Pigni golpearon de nuevo.
A los dos minutos, la combinación que encontró la lucidez de Ferreyra, la habilidad de Facundo Boaglio para sortear tackles y nuevamente la capacidad de definición de Bruno se transformó en una nueva conquista.
Impactados pero no perdidos, los de Córdoba buscaron arroparse en el talento y experiencia de Pez que con su pie o manos fue ordenando los intentos para derrocar al ingoal contrario.
Con una mejoría en el scrum y salvando las dificultades que el segunda línea Fruttero les ocasionaba en el line, Tablada se jugó su carta.
Revol achicó con un penal el abismo en la pizarra, pero cuando parecía que el destino les sonreía, los “hípicos” resurgieron.
En pleno ataque del elenco cordobés, Guillermo Tieffemberg interceptó la pelota e inició junto con Francisco Chiaramello y Ezequiel Acosta un contragolpe letal. La diferencia numérica volvía a ampliarse.
Sobre el final, la desesperación del subcampeón transformó el prolijo esquema en ataques desde todos lados.
A los 40 minutos una “avivada” entre Pez y Revol desde un penal jugado con rapidez, permitió a La Tablada concretar su único try del partido.
Demostrando que su cetro no es producto de ninguna casualidad, Jockey se dio otro gustazo, cumplió un nuevo objetivo y, por lo observado, camina firme hacia la cumbre del torneo.