El fiscal de la Cámara del Crimen de Villa María reclamó ayer una severa sanción penal para uno de los tres individuos que están siendo juzgados por diferentes hechos.
Al pronunciar su alegato, Francisco Márquez solicitó que Raúl Domingo Cardozo, de 32 años, alias “Pirata”, sea condenado a ocho años de prisión por considerarlo coautor de “robo calificado” por uso de arma blanca, y autor de los delitos de “encubrimiento”, “portación de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal”, “tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal”, “violación de domicilio”, “lesiones leves” y “resistencia a la autoridad”.
Sin embargo, el acusador público pidió una pena única de 14 años de cárcel para Cardozo, ya que tiene pendiente parte de una sanción aplicada en 1996 por la misma Cámara por un “robo seguido de muerte”.
En aquella oportunidad, fue sentenciado a 18 años de prisión por el hecho que le costó la vida a José Oscar Tarter, de los cuales cumplió 12 ya que, como era su primera condena, pudo acceder al beneficio de la “libertad condicional” tras cumplir las dos terceras partes del castigo impuesto.
Tarter, de 69 años de edad, fue asaltado en horas de la noche del 26 de enero de 1996 cuando caminaba por la plaza Independencia. Allí fue sorprendido por cuatro sujetos, uno de los cuales (el “Pirata”) lo sometió a una brutal golpiza que horas después le provocó la muerte.
Cardozo dejó la cárcel de barrio Belgrano el 21 de febrero de 2008 y volvió a ser detenido en los primeros días de mayo del año pasado, inmediatamente después del hecho más grave que se le atribuye en este segundo juicio.
En tanto, el fiscal solicitó una condena de cinco años de prisión para Marcos José Fernández (24), alias “Taky”, por considerarlo coautor de “robo calificado” por uso de arma blanca y autor de “robo simple”, y pidió que Héctor Alejandro Fernández (26), apodado “Cunín”, quien no guarda relación de parentesco con el anterior, sea condenado a un año de cárcel en calidad de coautor del delito de “encubrimiento”.
Cabe señalar que Márquez pidió que Cardozo sea absuelto de un hecho de “amenazas” que también se le atribuye en la acusación penal.
Por su parte, el abogado Luis Caronni, defensor de “Cunín” Fernández, adhirió al pedido formulado por el fiscal para su cliente.
Finalmente alegó al letrado villanovense Jorge Bustos, quien patrocina a los coimputados Cardozo y “Taky” Fernández.
Tras adherir al pedido efectuado por el acusador público respecto de las “amenazas”, Bustos reclamó la absolución del “Pirata” por el resto de los varios hechos que se le endilgan, entre ellos el asalto que damnificó a Griselda Monge en su casa de Villa Nueva.
En efecto, el más grave de los ilícitos que se le atribuyen se produjo el 3 de mayo del año pasado en la vivienda ubicada en Comercio 1539 de la vecina ciudad, donde Monge fue despojada de 150 pesos, un teléfono celular y otros elementos por parte de dos sujetos (según la acusación, Cardozo y “Taky” Fernández), luego de golpearla en la cabeza y de patearla cuando estaba en el suelo.
Cabe señalar que Monge es esposa de Miguel “Vasco” Unanue, otro conocido presidiario reincidente que se encuentra cumpliendo condena en la cárcel de barrio Belgrano.
Bustos fundamentó su pedido en base al testimonio prestado por la concubina de Cardozo, quien declaró que lo había denunciado “por despecho, porque andaba con otras mujeres”.
Con respecto a “Taky” Fernández, su otro defendido, el abogado solicitó que se lo condene a un año de prisión en suspenso como autor de “lesiones leves” y “hurto impropio”.
Al concluir los alegatos, el juez Héctor Fissore dispuso un cuarto intermedio hasta mañana, a las 8.30, oportunidad en la que dictará sentencia, previo concederle a los tres acusados “la última palabra”.

Las fotos:
1- De izquierda a derecha, Cardozo, “Taky” Fernández y “Cunín” Fernández

2- El fiscal Márquez reclamó una severa sanción para el “Pirata” Cardozo

3- La sala de audiencias de la Cámara del Crimen estuvo celosamente custodiada por personal del Servicio Penitenciario. Las medidas de seguridad se extreman siempre que son varios los acusados