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Cristiano Cassini, ingeniero del INTA, trabaja en la promoción de grupos de productores para agregar valor a los granos |
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El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) planteó el desafío: industrializar al campo en su lugar de origen.
Cristiano Cassini, ingeniero del organismo, dictó una conferencia en el Auditorio de AgroActiva en la que explicó con detalles las posibilidades que se abren cuando los productores se asocian para agregar valor a la materia prima “generando empleos genuinos”, afirmó.
“Creo que Argentina es un país muy generoso y que por eso no terminamos de comprender que estamos haciendo el negocio de los pelones, dado que exportamos materia prima e importamos productos de alto valor agregado”, indicó.
Para alcanzar ese objetivo, consideró que el productor tiene que verse a si mismo como un eslabón de la cadena agroalimentaria “y sembrar pensando que lo que genere, va a terminar en la góndola”.
Dio algunos números que explican la necesidad de agregar valor. “En 1930, el productor percibía el 40% del valor de un artículo hecho a base de su materia prima puesto en góndola. Hoy, tiene un ingreso del 4,6% del precio final”.
Para un buen resultado, es necesario un buen comienzo, que a criterio del profesional del INTA es la tierra fértil.
“Los argentinos demostramos ser los agricultores más eficientes del mundo, pero por falta de regulación, hoy los que siembran grandes extensiones de tierras alquiladas, no devuelven los nutrientes que le sacan. Hay que regular el uso del suelo para seguir contando con la tierra fértil que tenemos”, explicó.
@ El granero del mundo, es el pasado
Conservando los nutrientes de la tierra, tendremos garantizada la posibilidad de seguir produciendo, ya no sólo alimentos, sino combustible, plásticos, medicamentos, dijo.
“El plástico hecho a base de almidón de maíz (bioplástico) se biodegrada en seis meses, cuando el que se hace a base de petróleo, requiere 200 años. En Estados Unidos, hay maíces que producen una proteína que protege el hígado y cada vez más es la demanda de biocombustibles. Por eso no es exagerado decir que de los granos se producen alimentos, medicamentos, combustibles y plástico”, dijo.
Sin embargo, seguimos pensando en exportar materia prima, dijo. “Lo que podría calificarse como una vergüenza nacional, es el tema del cerdo. Argentina importa 35 mil toneladas de cerdo alimentados con nuestros maíces, que les vendemos barato para recomprarlo, caro, convertido en carne”, indicó.
“Por eso el desafío es agruparse entre productores para poder agregar valor a la materia prima en el lugar de origen”, informó.
En Córdoba, hay 42 experiencias exitosas “que si bien no están exentas de dificultades, tienen un gran camino recorrido hacia la industrialización del campo, que es el desafío de la actualidad”
Finalmente, dijo que alguien va a avanzar en ese proceso de industrialización del campo. “Si no son los productores asociados en pymes, esa industria de alimentos especiales, de alta calidad y con la marca Argentina, va a estar en pocas manos”, concluyó.
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