Si esta crisis financiera hubiera ocurrido en los ´90, seguramente estaríamos nadando en lamentos. Hoy, la situación es otra, dado que no dependemos directamente del dinero del Primer Mundo para funcionar. Sin embargo, es claro que en un planeta globalizado, “el aleteo de una mariposa en Hong Kong puede provocar una tormenta en Nueva York”, como reza el principio de la teoría del caos.
Entonces, esta crisis... ¿puede afectar la economía de los villamarienses?
Trasladamos esa pregunta a Alberto Costa, Darío Poncio y Héctor Donatto, quienes coincidieron en que seguramente la consecuencia más visible para nuestro país y región será la baja en los precios de las commodities, como granos, carnes o leche en polvo.

s Dos bibliotecas

El contador y consultor Darío Poncio señaló que según sea la óptica del economista que opine, será la respuesta “porque como siempre, hay dos bibliotecas”.
“Creo que la economía Argentina está aislada del resto del mundo y en esta crisis, eso resulta positivo, porque nos permite estar más preparados para pasar el simbronazo”, afirmó.
Sin embargo, entiende que si el superávit del Estado se basa en las exportaciones “por supuesto que los precios internacionales bajarán y en consecuencia, será menos el monto de las retenciones”.
Recordó al economista Mario Blejer, que en su disertación en AERCA hace unos meses atrás dijo que “si el precio de las commodities está constituido entre un 20% a un 25% por el mercado financiero, estamos en problemas”.
Dado que los granos bajaron ese porcentaje, cree “que en definitiva, estamos en problemas” y particularmente en nuestra región, porque si baja el precio internacional de la leche en polvo aún más “están en riesgo las Pymes lácteas, porque las exportadoras ocuparán el mercado interno y ellas no tendrán a quien vender”.
Un párrafo final de Poncio: “Llama la atención que los que nos quisieron enseñar políticas de no intervención estatal (Estados Unidos), hoy tienen que poner plata del Estado para salvar empresas”.

s “Es una crisis
como la del ´30”

Para el economista y analista Alberto Costa, la gravedad de la crisis financiera de Estados Unidos es tal, que se puede equiparar con la de los años ´30.
“Creo que en Argentina, como tenemos la independencia de no vivir con los préstamos internacionales, no se va a sentir tanto; pero las repercusiones serán inevitables como en toda economía globalizada”, afirmó.
El principal problema, coincidiendo con Poncio, es el precio de las commodities que a su criterio “de igual modo se van a sostener, no a los precios altísimos que tuvimos durante el conflicto, pero no podrán bajar mucho más porque la demanda de los granos para biocombustibles sigue siendo alta y para alimentos en China e India también”, aseguró.
Se refirió al discurso que sobre el tema dio la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, cuando señaló que Argentina está bien parada y que no sufre los avatares del primer mundo.
“Creo que dijo lo que muchos argentinos queríamos decir, porque Lehman Brothers, hasta el viernes auguraba que Argentina entraría en default y hoy, son ellos los que quebraron”, indicó.

@Los productores, afectados

El gerente de ACA Oliva, Héctor Donatto, analizó el futuro del precio de los granos en medio de esta crisis.
Dijo que la cotización de Chicago “está afectada por los fondos de especulación. Y esos fondos, para contar con la liquidez que no pueden tener de los bancos quebrados, la sacan del dinero que antes era destinado a la compra de alimentos”.
Entiende que deberá estabilizarse el precio de los granos en 450 a 480 dólares. “Hoy está a 400, pero hay que recordar que llegó a 600 de esa moneda”, indicó.
“En definitiva, esto va a afectar a los productores y también a los operadores que requieren créditos internacionales, porque va a haber menos y a tasas más altas porque el riesgo país se sigue pagando”, aseguró.
Dijo que el productor “deberá tratar de tener liquidez propia, porque va a ser difícil el financiamiento bancario. Tiene que tener abiertas líneas de crédito para evolucionar, pero conservando liquidez”, aconsejó.
Patricia Gatti