Estimados amigos de EL DIARIO:
Escribir esta carta es como empezar a pagar una deuda.
Hace desde la inauguración del nuevo edificio de la calle Periodistas Argentinos que quería hacerlo, pero la falta de tiempo y compromisos varios que uno tiene asumidos me lo impidieron.
Pero como dice la vieja frase, “Más vale tarde que nunca”.
Sucede que de ese día mantengo recuerdos imborrables, los rostros, las expresiones, los gestos de muchos de los integrantes de la cooperativa, son imágenes que me han quedado grabadas. Vivo en Villa María desde el año 1999 y desde ese día soy un lector infalible de El Diario, especialmente desde el momento que formaron la cooperativa, allá por los aciagos días para el país del año 2001.
Recuerdo como si fuera hoy el día que me encontré con Juan Carlos Seia y me contó que las cosas estaban complicadas y que las ganancias del diario les daban para retirar $60 por semana.
Al poco tiempo recuerdo haber recibido la visita de Mirtha Racca por una compra de publicidad para un cliente que yo asesoraba, y me comentó que habían organizado compras comunitarias en el Mercado de Abasto y en un supermercado local, para, de alguna manera, abaratar los costos y poder comer.
Por ello ese día, cuando observé los rostros exultantes, llenos de felicidad, emocionados porque veían que el tremendo esfuerzo realizado valió la pena, sentí una profunda emoción y una gran alegría y me dije qué suerte que la buena gente tenga su recompensa.
Recuerdo que en 2009, cuando cumplieron los 25 años como medio de comunicación, me distinguieron como una de las 30 personas que iban a reportear en la ciudad para que contaran su relación con El Diario; guardo esa nota con mucho orgullo.
En la misma afirmé que El Diario forma la agenda pública de la ciudad... Creo que el paso del tiempo ha consolidado esta impresión, cada día más El Diario arma la agenda de los temas a tratar.
Y tengo una particular hipótesis de por qué se da esta situación. Más allá de la permanente posibilidad que El Diario les otorga a sus lectores de dar a conocer su opinión sobre distintos temas (cartas de lectores) y las problemáticas de la ciudad y la región, hay un tema que caracteriza al periódico que lo convierte en especial. Y no es otra cosa que la ausencia de una línea editorial totalmente definida.
Ello, que para otros diarios constituye una premisa básica de funcionamiento, donde los dueños del medio definen los lineamientos, en muchos casos puede condicionar fuertemente las opiniones de los periodistas.
Obviamente que el mejor ejemplo es “el gran diario argentino”, en donde los periodistas están cada día más condicionados...
Seguramente ustedes, por ser una cooperativa de trabajo en donde hay horizontalidad en la toma de decisiones y donde las opiniones son respetuosas, les es muy difícil llegar a un mensaje unificado.
Eso se observó claramente durante el conflicto con el campo en 2008 y se observa con las distintas posturas que El Diario tiene respecto del Gobierno municipal.
No obstante ello, creo sinceramente que esta aparente “debilidad”, en el caso de ustedes, es una fortaleza.
Ello les permite dar lugar a distintas opiniones y todos los sectores de una forma u otra se ven representados. Lamentablemente esta realidad se observa en pocos medios de nuestro país, de allí la imperiosa necesidad de la implementación de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales o Ley de Medios.
Espero sinceramente que sigan en este camino.
Un cordial saludo.

Contador Darío Poncio