Un villamariense, vecino del barrio San Martín, quedó detenido ayer a la madrugada durante un control caminero de rutina sobre la ruta 9, por ser responsable de un hecho curioso que evidencia, cuanto menos, un importante grado de irresponsabilidad civil y vial.
Se trata de un hombre de apellido Marioni, de 45 años, quien reside en la calle Gorriti, casi esquina Mendoza, quien quedo alojado en la dependencia policial de General Roca, localidad en la que ocurrió el episodio alrededor de la 1 de la madrugada.
El detenido conducía un Renault 19 gris cuando fue detenido por los efectivos de la caminera para realizar una inspección de rutina.
Según trascendió de fuentes allegadas a la investigación del hecho, los uniformados notaron que el conductor del coche estaba algo nervioso y un tanto esquivo, por lo que decidieron profundizar el chequeo y le pidieron que estacionara sobre la banquina.

@ Sorpresa

En el automóvil viajaban aparentemente cuatro personas y todo parecía estar en orden.
Sin embargo, cuando abrieron el baúl, los policías se encontraron con la sorpresa de que dentro del mismo viajaba un quinto pasajero.
Se trata de un joven de 19 años, quien sería hijo de Marioni.
La explicación que ofrecieron los viajeros a los uniformados fue que, como sólo tenían cuatro cinturones de seguridad en el interior del Renault 19, y eran cinco personas, decidieron encerrar a uno de ellos en el baúl para sortear el control sin que quedara en evidencia la falta y evitar la multa.
Como se dijo, el conductor del coche quedó detenido, fue labrada un acta de infracción y el Renault 19 fue secuestrado. Resultado: salvo Marioni, el resto de los ocupantes del coche debieron seguir viaje en colectivo.
“Nos preocupa mucho que la gente no se dé cuenta de ciertos peligros”, dijo uno de los efectivos que participó del control. “Es que durante la mañana de ese día, mientras controlábamos un auto, un camión no alcanzó a frenar y lo chocó de atrás. Si hubiera habido alguien en el baúl, lo mataba”, narró el policía a modo de ejemplo.