Gisela Martínez tiene 29 años y dos hijas, Tania de nueve años y Talía de cinco. Desde hace un tiempo, su prima, Carina Carmé, de 30, se había mudado con su hijo Nicolás, de 11, para compartir con ellas una pequeña y humilde vivienda en Juárez Celman 1380 de barrio Belgrano.
El lunes, a las 19.30, un cortocircuito en un cable que sostenía una bombita, encendió el fuego que consumió todo.
“Nosotras tenemos nuestros trabajos y estábamos recogiendo a los chicos en casas de familiares porque ya habían salido de la escuela. Cuando nos avisaron los vecinos y llegamos, no quedaba nada”, relataron ayer a un cronista de este medio.
“Se quemó hasta mi sueldo, que estaba arriba del ropero”, dijo Carina.
Gisela contó que su patrón, el dueño de una cadetería, “se animó a entrar y lo único que encontró fue el frasco en el que guardábamos las monedas”.
Ahora necesitan de todo: un techo que los albergue (en un mes estarán en condiciones de pagar el alquiler nuevamente), ropa y calzado para ellas y para los chicos (viven con lo puesto), guardapolvos, útiles escolares, ropero, cama, mesa, silla y heladera.
“Colchones no, porque ya nos dieron en la Municipalidad”, explicaron las mamás.
La ayuda se puede llevar a Catamarca 683, sede de la cadetería donde trabaja Gisela. Y para quien no le pueda acercar, la cadetería adopta la misma actitud solidaria que durante la campaña por Tartagal y va a buscarla a domicilio. Basta con llamar al teléfono 4610798.
Por favor, ayudemos.