Alumni consiguió el jueves un punto importante para mantener intactas las chances de quedarse en el Argentino A, aunque tanto el técnico Carlos Ranalli como los jugadores apuntaron a “no confiarse” y conservar la mentalidad para zafar del descenso mañana, en Plaza Ocampo.
Ranalli, tras el 0 a 0 que se registró contra Unión de Villa Krause, destacó que Alumni logró un punto en “una cancha muy complicada, ante un rival durísimo. Se hizo un gran partido, inteligente defensivamente, aunque nos quedamos con la posibilidad de saber que pudimos hacer algo mejor en ofensiva”.
El técnico reconoció luego: “Fuimos imprecisos, por momentos nos traicionó la ansiedad en el ataque”, pero resaltó: “Hicimos un partido muy inteligente tácticamente”.
“A pesar que nos hubiese gustado ganar, no es malo el resultado ante un rival difícil, de categoría, que viene convirtiendo y de local se hacía muy fuerte”, contó el entrenador, para luego agregar: “Es importante el punto, pero no hay que confiarse”.
“Más difícil hubiese sido que nos ganaran y después ellos se metieran atrás en Plaza Ocampo, pero el equipo estuvo bien paradito defensivamente”, añadió.
En ese aspecto, destacó la labor de los centrales Nahuel Caler y Víctor Góngora: “Realmente fueron brillantes”, dijo el DT.
Por otra parte, el técnico no paró de sostener que, en San Juan, se evidenció “el compromiso de los jugadores tras tanto tiempo sin competencia”.
“Cuando no se juega, por ahí aparecen peleas, pero en este caso no, el tiempo nos sirvió para juntar al grupo, se vio en la cancha que si bien no fuimos un gran equipo, estuvimos concentrados, ordenados y buscamos el objetivo”, comentó.
Por último, Ranalli admitió que la eficacia que mostraban los delanteros y el resto de los hombres de ofensiva en los entrenamientos no se trasladó al partido.
“Si hubiéramos calmado la ansiedad, podríamos haber encontrado el gol”, reconoció. No obstante, destacó: “Nos sacamos el primer partido, que era muy duro, se hacía muy difícil, no sabíamos cómo podíamos reaccionar, pero los muchachos corrieron, se comprometieron con el partido y sacamos un buen resultado”.
Por su parte, el mediocampista César Ariel Quiroga también destacó el valor del punto, aunque dijo que Alumni necesitaba “ganar para tomar una mejor diferencia”.
“El punto sirve, aunque nosotros queríamos ganar, igual fue un partido muy difícil”, indicó el experimentado volante, uno de los mejores del encuentro en Villa Krause.
Quiroga también apuntó a que “faltó tranquilidad en los últimos metros y en manejar mejor la pelota”, pero dio un detalle para tener en cuenta sobre el esférico: “Es un globo, no se puede jugar con esa pelota, no estamos acostumbrados; habría que cambiarla para el próximo partido”.
Por último, el defensor Alexis Díaz destacó: “Estuvimos bien parados defensivamente, aunque nos faltó tranquilidad para tener la pelota y no hicimos el juego que sabemos hacer”.
“De local tenemos que mejorar en el manejo de la pelota; es importante para la ciudad conseguir un triunfo el domingo para mantener al equipo en el Argentino A; ojalá que podamos y terminemos con todo esto”, aseguró el “Gringo”, de buen partido en tierra cuyana.

Suspendidos

Cuando concluyó el partido en San Juan, dos jugadores de Unión agredieron al árbitro José Capraro, éste los informó y ahora el plantel dirigido por Víctor Hugo Cabello vendrá con dos bajas, ya que finalmente los dos agresores quedaron suspendidos: los delanteros Federico Acevedo y Marcelo Laciar.
Ambos se mostraron nerviosos al término del encuentro y quisieron buscar en el arbitraje lo que no encontraron en su fútbol.
Es por ello que apretaron a Capraro sobre el final del partido, aprovechando que la hinchada también insultaba al árbitro, pero no hubo caso. El tucumano informó a los jugadores y los dio como expulsados, por lo que se perderán la revancha.