|
|
|
|
|
|
|
Luego del nacimiento lo importante es disfrutar de la maternidad |
|
|
|
|
|
na vez que tu bebé ya ha nacido comienza una nueva etapa, el puerperio.
En esta etapa la mujer experimentará muchos cambios hormonales, físicos, psicológicos y en su forma de vida (pasa de ser hija para convertirse en madre). Según sea el tiempo que haya pasado desde que se produjo el nacimiento será la definición de puerperio por el que esté pasando la flamante madre.
El puerperio inmediato es el que se pasa en la clínica, en él te controlarán la temperatura corporal, los loquios (sangrado posparto), la dureza del útero, el médico o las enfermeras estarán atentos a que realices tu primera micción (que puedas orinar), te tomarán la tensión arterial y el pulso, te ayudarán con la lactancia materna y te suministrarán los medicamentos que sean necesarios antes de darte el alta. Cuando el bebé nació por medio de una operación cesárea las mamás pueden presentar temblores en las piernas, esto es normal y desaparecerá a medida que el anestésico deje de actuar. Si bien está indicado que la mamá comience a deambular dentro de las 24 horas poscesárea, antes de pararte deberás estar segura que has recuperado la completa movilidad de tus piernas y tendrás que tener colocada la faja. Para pararte luego de la cesárea tendrás que seguir un orden. Para comenzar te pondrás de costado, buscarás sentarte en la cama dejando caer las piernas, allí te quedarás un tiempito luego podrás incorporarte de a poco, siempre con la ayuda de alguien. Tanto después de un parto natural como después de la cesárea se debe favorecer la lactancia materna, ya que este acto favorecerá a la madre y al bebé. La lactancia materna es una buena aliada en contra de las hemorragias excesivas en el posparto.
El sangrado posparto, los loquios, tienen que ir disminuyendo con el tiempo. Primero serán rojos, luego pasarán al color marrón y al final se irán aclarando. Tienes que poner especial atención a que los loquios no tengan olor feo o que aumenten, ya que esto podría estar denotando alguna complicación. Los tampones no pueden ser utilizados en este período. Algunas mujeres pueden presentar algún tipo de incontinencia luego del alumbramiento, esto es más común en mujeres que pasaron por un parto vaginal, los ejercicios de Kegel (*) te ayudarán a recuperar la fuerza de tu periné (músculos que controlan los esfínteres uretral, vaginal y anal).
La cicatrización será controlada por el profesional. La episiotomía (corte que se realiza en los músculos perineales para permitir la salida del bebé evitando desgarros) debe ser higienizada por lo menos dos veces al día con agua tibia y jabón desinfectante, mantener la zona lo más seca posible, y para ello puedes usar un secador de pelo con aire frío (este cuidado se hará hasta la caída de los puntos). El uso del bidé está contraindicado. En las cesáreas el médico a cargo dará las recomendaciones sobre el cuidado de la incisión ya que éstas pueden cambiar de un profesional a otro.
Es importante y fundamental para tu buena recuperación hacer riguroso caso a las recomendaciones e indicaciones del obstetra, tomar la medicación que te indiquen y no hacer esfuerzos exagerados.
Para la higiene general de tu cuerpo deberás elegir las duchas, no puedes hacer baños de inmersión (en bañaderas) hasta que el sangrado haya cesado.
La alimentación después del nacimiento tiene que ser variada y debe favorecer al tránsito intestinal. Sólo las coles, los alimentos picantes o muy grasos están contraindicados si eliges amamantar a tu bebé.
Las relaciones sexuales no pueden reiniciarse si no hay permiso del médico.
Una vez en tu casa tienes que tener especial atención con los siguientes ítems: hemorragia vaginal importante, fiebre y escalofríos, loquios con feo olor, durezas y enrojecimiento en algún sector de las mamas, signos de inflamación y enrojecimiento en las extremidades inferiores, tristeza que no pasa y te impide atender a tu bebé o cualquier cosa que te llame la atención.
Luego del nacimiento tienes que enfocarte en disfrutar de tu bebé, de la nueva familia que estás formando y vivir cada momento a pleno, sin temores ni preocupaciones. Descansar cuando sientes que lo necesitas y estar para tu bebé cada vez que él lo requiera. Cada minuto, cada segundo, son irrepetibles. Confía en tu instinto, las mujeres estamos preparadas para ser madres, para parir y para amamantar.
(*) Los ejercicios de Kegel consisten en contraer y relajar el periné. Los músculos del periné responden a tu voluntad, tú puedes cerrarlos y relajarlos. Con este sencillo ejercicio podrás recuperar la fuerza y el control perineal.
Viviana de los Ríos
Preparadora de Partos
Taller Gestación
vdga@arnet.com.ar
Otras notas de la seccion Tiempo de salud
Diez preguntas acerca de cirugía de aumento de mamas
"Amamantar y trabajar ¡logremos que sea posible!"
Más del 60% de los argentinos padece de reflujo gastroesofágico
Jornadas de Salud Mental
Aumentan casos de verrugas genitales causadas por el virus del papiloma
|