"Las noches de Gardel han terminado. Tal vez volveremos a este mismo escenario con otra propuesta, con la convocatoria de orquestas nacionales, de Buenos Aires, o festivales de orden provincial. Lo dirá el tiempo."
Palabras más, palabras menos, el ideólogo y conductor Renato Sansinanea refrendó a EL DIARIO lo que minutos antes había expresado ante el público que se había reunido en la sala del Teatro Verdi, el jueves pasado. Ante un auditorio casi colmado -como no se veía desde hacía desde un par de ediciones- se realizó el último encuentro de la escena tanguera local bajo el tributo a "El Zorzal Criollo", a 75 años de su muerte.

Distinciones y artistas

La ceremonia en cuestión, que correspondía a la 18º edición de la propuesta, inició con la entrega de distinciones -un pequeño Gardel dorado- a la Dirección de Cultura, en manos de su titular Normand Argarate, y al Concejo Deliberante (que la había declarado de Interés Cultural), cuyo presidente, Javier Suppo, extendió su agradecimiento mediante una carta.
Quien también remitió una misiva, pero desde otras latitudes, fue el animador radial villamariense y aficionado al "dos por cuatro", Rolo Ghezzi, quien desde España enviara unas cálidas palabras alusivas. La velada musical comenzó en rigor con la actuación del conjunto Clave de Tango liderado por Oscar Bravín y la intervención, a posteriori, de la solista María Elena (Graciela Yessín, que estaba programada, se excusó por problemas de salud).
Por su parte, la Orquesta Municipal de Música Ciudadana a cargo del maestro Alberto Bacci, montó todo su plantel de instrumentistas -entre estudiantes universitarios en cuerdas y vientos y avezados músicos en bandoneones- junto a su presentador oficial Edgar Méndez. Ante semejante despliegue, Sansinanea recordó: "En los primeros festivales, Bacci venía como solista y ahora se le ha agrandado la familia". El elenco, que celebra sus diez años de vida, estuvo coronado con las voces de Angela Rüedi y Luciano Soria (como solistas y en un exquisito dueto en "Romance de barrio") y la pareja de Yanina Zanellato y Alejandro Arregui, que se robó varios aplausos.

Tramo final

En tanto, A Puro Tango -de 17 años de vigencia y conducido por el propio Sansinanea- se dedicó a recorrer el repertorio que integra su inminente tercer álbum. Presentaron obras desplazadas de lo clásico como "Fuegos artificiales" con el acompañamiento en danza de la compañía Argentango de Germán Macía o "Esta noche de luna", del bonaerense que se radicara en nuestra ciudad en los cincuenta, don José García. En la voz se hallaba Roberto Sorial (es decir Luciano Soria pero enrolado en su seudónimo tanguero), quien luego ofrecería una versión de "El amor desolado" de Alberto Cortez. Contrarestando algunos acoples, acometió unas estrofas a capella con buena performance. Julio Martín, asimismo, aportó su vozarrón para "Hasta siempre amor".
El tramo final de la velada contó con las presentaciones de Omar Bossa, Simplemente Tango y la orquesta de Carlos Nieto. La noche iba alcanzando las tres horas de espectáculo cuando el conductor empezó a mechar algunos de sus característicos chistes, apuntados en especial a la platea que "peinaba canas": "Cuídense de la tensión alta, que cuestan caras las flores". Simplemente, liderado por Héctor Cánova, delineó un repertorio típico con piezas instrumentales y cantadas, acompañado con José y Rosa en danza. Con Esteban Schaad como violinista contratado, el elenco interpretó: "Chiqué", "Frente al mar" con voz de Andrés Ríos, "Justo al 31" con voz de Daniel Casale, "Remembranza" y "Adiós Pampa mía", entre otros. Por último, el trío liderado por el bandoneonista Nieto, contó con las destacadas voces Dante Garello (quien realizó una selección de Gardel), Luciana Chiaretta y el "Chocho" Campos, antes del aplauso final.